¿Qué pasó con... Fernando Fuentes Piñero?
La exitosa historia del piragüismo sevillano está formada por el esfuerzo y la pasión de deportistas como este kayakista que alcanzó el sueño de los Juegos Olímpicos en 1988, en Seúl

Su familia era ya socia del Club Náutico cuando él nació, así que no era de extrañar que se aficionara a alguna de las disciplinas deportivas que se impartían en sus instalaciones. Fernando Fuentes Piñero (Sevilla, 1966) eligió el piragüismo y fue devorando etapas hasta ... que en enero de 1982 ingresó en la selección española, con solo quince años (lo apodaron «el Niño« por su precocidad), adquiriendo en 1988 la categoría de deportista olímpico.
¿Qué es lo mejor que le ha dado el piragüismo?
Una experiencia de vida, muchos amigos, una filosofía de esfuerzo y constancia. Me ha marcado el carácter de mi vida laboral. Me ha ayudado muchísimo, me ha dado muchas satisfacciones y la posibilidad de viajar por toda España y el mundo.
Con 22 años llegó a los Juegos.
Y podría haber sido antes. De hecho, me clasifiqué para Los Ángeles'84, pero un mes antes de partir me rompí una muñeca y no pude asistir. Si no, habría ido con 17 años.
¿Alguna experiencia equiparable a la de unos Juegos?
Le diría que no. Estar en unos Juegos es distinto, un privilegio ganado. Te hace sentir especial. Es impresionante, una experiencia increíble.
Menuda hornada de piragüistas sevillanos en Seúl: Javier Álvarez, Paco Leal, Paco Barea y usted.
Sí señor. Y este año ha llevado el Club Náutico a Tokio a siete deportistas. El club está haciendo un trabajo deportivo impresionante. Va a tener que ampliar la pared de la galería olímpica a este paso.
En Tokio podrían haber sido incluso más.
Es que llegar a unos Juegos es muy difícil. Nadie te regala nada. Cayetano y Pablo han sido dos auténticos héroes. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto viendo a a alguien competir y sintiéndolo. Les tengo un cariño brutal. Aunque tienen sus entrenadores de la Federación, la verdad es que todo parte de un club.
Tiene mucho mérito lo de ellos.
Lo que han hecho estos chavales es espectacular. Si siguen entrenándose como lo están haciendo, son perfectamente candidatos a medalla olímpica sin ninguna duda. Son dos diamantes en bruto. Y cuentan con todo mi apoyo. Son chavales que tienen carácter, alegría, saber estar y una humildad impresionante. Y con todo eso y el trabajo que están haciendo, llegarán donde quieran.

Con 24 años dejó usted el kayak.
Sí, porque en aquella época no había apoyos institucionales y llega un momento en que tienes que buscar salidas profesionales. Tuve la suerte de empezar a trabajar en el grupo Antena 3. Me ayudó mucho mi capacidad de aprendizaje y mi actitud a la hora de salir adelante.
¿Cómo llegó ahí?
Con muchas ganas, y simplemente porque un amigo me comentó que buscaban gente para el departamento comercial. Me presenté y me eligieron. Empecé desde abajo y mi tesón, mi trabajo y mi actitud les gustaron a mis jefes, que me fueron promocionando hasta conseguir una posición muy buena en Antena 3 Televisión, donde acabé.
Y después pasó a Guadalmedia.
No. Antes monté una empresa de eventos que nos fue muy bien muchos años hasta la crisis económica de 2009. Estuve luego un par de años en un proyecto de aplicaciones en televisión trabajando para Master Chef, de TVE, y después me llamaron de Guadalmedia. Me gustó el proyecto y aquí estoy.
¿Hace mucho tiempo de su última vez subido en un kayak?
El fin de semana pasado. Hace dos o tres años volví a retomar el deporte, pero a modo de diversión, por salud y ver a mis amigos constantemente, que es lo más agradable de montarse de nuevo en una piragua. Y, por supuesto, en el Club Náutico, como siempre.
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