Remo
¿Qué pasó con... Willy Müller?
Doble medallista mundial, este sevillano fue bronce en ocho con timonel en Múnich, en 1981, y plata en 1982, en Lucerna, en un cuatro sin timonel compuesto por remeros del Club Náutico
Tiene apellido de delantero alemán, y aunque de ascendencia germana, este sevillano nacido en la Macarena cambió muy pronto las brazadas por las paladas. Integrante de una generación excelente de remeros hispalenses, Müller se proclamó subcampeón del mundo en 1982 con tres compañeros y amigos: ... De Marco, Briones y Perpiñá. Un póquer de ases.
¿El remo sigue siendo parte de su vida?
Sí, volví a remar a principios de los noventa. Me convencieron tres amigos. Hasta hace poco, hemos estado remando y compitiendo. Me hicieron un favor.
¿Profesionalmente cómo le fue cuando dejó el remo?
En 1982 quedamos segundos en el Campeonato del Mundo y tenía previsto retirarme ya prontito, porque los estudios tenían que tirar hacia delante. En aquella época no había ningún tipo de ayuda, nada de nada. Quise seguir un añito más, pero sufrí molestias por una mala caída. Me puse a estudiar. Hice psicología.
Su apellido es alemán.
Sí. En el mundo del remo, los más cercanos me dicen Willy, pero en general me llaman Müller. Mi abuelo era alemán, estuvo en Andalucía de director de la AEG y mi padre es alemán de madre sevillana. Yo nací en la Cruz Roja de la Macarena.
¿Y cómo empieza en el remo?
Estuve nadando un par de años, pero el entrenador me dijo muy cordialmente que no me entrenaba lo suficiente. No había cumplido los catorce. Entonces, me presenté en el club porque tenía amigos que hacían remo y me encontré al mismo entrenador, el magnífico Javier Díaz, al que admiro. Probé una semanita y ya fue para siempre.
Progresó rápido.
Sí, me junté con Alberto Molina. Ese mismo año, con dos compañeros más, quedamos campeones de España.
Antes de 1982 ya hubo triunfos.
Alberto y yo quedamos novenos en el Mundial del 78 en el dos sin, y luego, el año siguiente, no competí como juvenil porque faltaba un miembro para el peso ligero sénior en el cuatro sin y le dije que sí a Thor Nilsen. Quedamos séptimos en el Mundial.
Y en 1980, cuartos.
Sí, en Bélgica, y terceros en 1981 en el ocho que se hizo ese año. Estuvimos todo el año ganando, nos daban de favoritos, pero en el Mundial quedamos terceros. Eso es el deporte.
Lo del 82 empieza en Mequinenza, ¿no?
Éramos cuatro amigos que decidimos conformar una tripulación. Salió perfecta. De las cuatro regatas nacionales que hicimos, ganamos tres. En regatas internacionales nunca llegamos a competir antes del Mundial, lo cual fue un pequeño hándicap.
¿Lucerna fue la única regata internacional del bote?
Sí. Fuimos casi con lo puesto. Y entramos segundos. Nos ganó Italia. Estuvimos probando material a última hora. Éramos los únicos con remos de madera. La regata fue curiosa. Estuvimos últimos casi todo el tiempo, pero poco a poco remontamos y dimos la sorpresa.
¿Se vio en televisión?
Sí, en directo. Sé que hay vídeos de buena calidad. Creo que jamás ha habido un bote en un Mundial en el que todos los remeros fueran del mismo club. Carlos Molina era nuestro entrenador y la preparación física de Javier Díaz fue fantástica.
¿Siente añoranza de aquellos años?
¿Qué ha significado el remo para usted?
De lo mejor que me ha pasado. Me enseñó mucho y, sobre todo, me dio amigos. La mentalidad la traía de serie. Las regatas se ganan entrenando. Eso no lo decía, pero lo vivía. El remo fue un antes y un después a nivel personal y profesionalmente me ha ayudado mucho.
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