Los diez mandamientos del maquillaje natural para el día a día

Este 2021 se seguirán llevando los maquillajes con pieles ligeras jugosas, en los que el maquillaje parece invisible pero su efecto es más que perceptible

El maquillaje natural ha sido una de las grandes tendencias del pasado año. Pieles ligeras y jugosas, tonos neutros para dar profundidad al rostro, productos ligeros y aplicaciones naturales para destacar los puntos fuertes de cada rostro…

Este 2021, la tendencia continúa, más acentuada si cabe por las necesidades que impone la pandemia, sobre todo, la mascarilla higiénica obligatoria. ¿Cómo conseguir en casa ese perfecto ‘look’ natural con nuestro maquillaje para cada día?

Estos son los preceptos del maquillaje natural que no nos podemos saltar.

No sobrecargar la tez

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La clave principal para conseguir que un maquillaje tenga un acabado natural es no saturar la piel de producto. Esto implica evitar bases de maquillaje de gran cobertura y formatos pesados (polvos compactos, bases muy cremosas o en barra, etc.) para optar en su lugar por fondos fluidos y BB cream.

En este sentido, el acabado jugoso es esencial, siempre tratando de evitar que la piel maquillada adopte un aspecto mate que jugaría en contra de nuestro objetivo de conseguir un maquillaje natural o efecto «no makeup».

Unificar el tono

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Tanto prebases, como bases de maquillaje y correctores se usan en el día a día con un mismo fin: unificar el tono de la piel, que a menudo se ve alterado por pequeñas imperfecciones como rojeces, manchas, granitos, venillas y cicatrices. Como ya hemos explicado en Bulevar Sur, para cada una de esas imperfecciones debe usarse un tipo de precorrector, en función del tono que nos interese ocultar.

Una vez «canceladas» estas imperfecciones en el tono de la tez, será el momento de aplicar el corrector, si es necesario, especialmente en la zona de las ojeras, así como la base de maquillaje.

Aún así, si nos lo podemos permitir porque nuestro cutis no cuenta con imperfecciones, lo más recomendable sería preparar adecuadamente la piel (como mínimo, con la limpieza e hidratación) y prescindir de cualquier base de maquillaje. Especialmente si vamos a llevar mascarilla higiénica todo el día, la salud de nuestro cutis lo agradecerá.

Controlar los brillos

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Una vez uniformizado el tono de la piel con la base y los precorrectores o correctores necesarios en cada caso, podemos dar una pasada al rostro con polvos matificantes traslúcidos. Eso sí, para no sobrecargar el cutis, será necesario hacerlo de forma sutil, recurriendo a una brocha grande de rostro con el pelo suelto y bien descargada antes de la aplicación.

Recordemos que la idea es evitar que aparezcan brillos descontrolados en el rostro, no eliminar el aspecto jugoso natural del cutis. Por ello, es posible que baste con aplicar los polvos en puntos concretos del rostro que tengan tendencia a los brillos (como los de la zona «T», por ejemplo).

Elegir sombras neutras

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Para conseguir ese acabado natural que deseamos para nuestro maquillaje, tendremos que apostar por maquillar el párpado sutilmente con tonos neutros que den profundidad al ojo únicamente para que no se vea plano. Podemos recurrir a una única sombra ligeramente tostada para cubrir el párpado móvil y aplicar una más clara, en tono «beige» bajo el arco de la ceja y en el lagrimal para iluminar de manera natural.

Delineado invisible

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Aunque podemos apostar por maquillajes naturales combinados con delineados tipo ojo de gato, lo más natural será apostar por un «tightlining» o delineado invisible que defina la mirada sin que se perciba trazo alguno. Así, bastará con delinear la línea de agua del párpado superior, entre las pestañas para comprobar cómo el ojo gana definición y cambia por completo su apariencia, sin que se perciba un verdadero delineado.

Como alternativa, podemos utilizar un «eyeliner» marrón para delinear el ojo de manera discreta, aportando definición, pero con un acabado más sutil que el que nos proporcionaría un lápiz o rotulador negro.

Marcar las pestañas

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Siguiendo con la definición de la mirada, no podemos olvidarnos de la importancia de las pestañas en un maquillaje natural como este. La idea es dar color y forma a nuestras pestañas sin sobrecargarlas o convertirlas en protagonistas, como podría suceder con otros «looks». Para ello, podemos rizarlas previamente si es necesario o recurrir a una máscara que permita este efecto además de dar color.

Definir cejas

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Con frecuencia tendemos a olvidar la importancia de nuestras cejas en el look de maquillaje. También cuando deseamos un acabado natural, es esencial definirlas adecuadamente para enmarcar y embellecer la mirada sin necesidad de recurrir a grandes artificios. Así, tendremos que rellenar huecos en caso de que los haya con lápiz o sombra de cejas, así como definir la forma y fijar el acabado con cera o máscara de cejas.

Es muy importante recalcar que el tono con el que maquillamos nuestra cejas ha de ser más claro que el de nuestro color de pelo para que el efecto sea natural. Así, deberemos optar por la tonalidad de marrón más adecuada, más beige, cuanto más rubio sea el vello y más marrón cuanto más oscuro sea el pelo.

Contorneado sutil

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Una publicación compartida de Eline van Haasteren (@elinevanhaasteren)


Los contorneados exagerados que hace años triunfaban en los tutoriales de internet deben evitarse en un «look» de maquillaje como el que aquí buscamos. Así, el trabajo de contorneado del rostro deberá limitarse a dar cierta profundidad a las facciones para que el rostro no se vea plano tras haber unificado el tono de piel.

Para simplificar podemos recurrir al truco del 3: con la brocha impregnada de polvos (pueden ser bronceadores) dibujamos el número en los laterales del rostro comenzando por el nacimiento del pelo a la altura de la sien, continuando bajo el pómulo y terminando sobre el hueso de la mandíbula.

Crear puntos de luz

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Una publicación compartida de ALEXANDRA ANELE (@alexandra_anele)


En un maquillaje que pretende ser natural o con efecto «no makeup» debemos desterrar el uso abusivo del iluminador e incluso evitarlo si se trata de un producto con un acabado nacarado muy evidente. Sin embargo, sí que conviene aplicar unos puntos de luz estratégicos en el rostro, para darle luminosidad sin perder esa naturalidad que buscamos. Lo ideal es hacerlo con un iluminador sutil o, en su defecto, incluso con unos toques de corrector.

Labios jugosos

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Para terminar, podemos elegir entre dar color a nuestros labios o dejarlos al natural, con un toque de hidratación. En el primer caso, para obtener un acabado natural, podemos optar por pintalabios traslúcidos (de esos que aportan un ligero toque de color sin ocultar el labio) o un labial en tono natural con acabado ligeramente satinado (los mates proporcionan mayor cobertura y un acabado más artificial).