Así puedes evitar que tus uñas queden amarillas por el esmalte

Esto es lo que debes hacer siempre al pintarte las uñas para evitar que acaben amarillas por el uso continuado de esmaltes de color

Si eres adicta a los esmaltes de uñas y te encanta probar todas las manicuras de tendencia es probable que te hayas topado o hayas oído hablar del problema de las uñas que amarillean.
En realidad, hay diversas razones por las que las uñas pueden amarillear, comenzando por la presencia de hongos o las carencias de vitaminas, pero también por motivos tan cotidianos como el tabaco o el uso frecuente de esmaltes.

En este último caso, la culpa es de compuestos como el formol, presentes en las lacas de uñas y capaces de dejar unas manchas amarillentas sobre la superficie de las mismas que resultan del todo antiestéticas. A eso se suma la combinación con tonos de esmaltes oscuros, que parecen potenciar ese antiestético efecto de amarilleamiento. Y no, no hace falta que sea una laca en tono borgoña, basta con un clásico rojo para dejar nuestras uñas amarillentas.

La buena noticia es que podemos evitar que nuestras uñas amarilleen sin renunciar a las manicuras o los esmaltes de tendencia. ¿Cómo?

Prevenir las uñas amarillas por el esmalte

La clave está en añadir un paso previo al esmaltado de color, tal y como hacen en los salones de manicura. Es un paso que es cierto que alarga el proceso, pero que sin duda merece la pena, sobre todo para quienes no pueden verse con las uñas al desnudo.

Hablamos de la aplicación de un esmalte base o «base coat» que haga de capa protectora entre la uña y el esmalte de color, ese que, al margen del tono, es capaz de hacer que nuestras uñas amarilleen. Puede tratarse de cualquier tipo de esmalte base, ya sea transparente o en tono natural, con o sin tratamiento añadido.

Si ya tenemos las uñas amarillas por no haber tomado esta precaución antes, podemos recurrir a esmaltes de base con acción blanqueante para recuperar el tono natural de la uña a la vez que la protegemos de la próxima manicura. Igualmente, si tenemos las uñas débiles, podemos utilizar una «base coat» con tratamiento endurecedor para proteger y fortalecer nuestras uñas en un solo paso.

Y si ya están amarillas…

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Lo primero y más recomendable en caso de que nuestras uñas ya se hayan vuelto amarillentas por el uso continuado de los esmaltes, es que las demos un respiro y que, cuando volvamos a hacernos la manicura, utilicemos un esmalte de base.

De esta manera, podemos pasar una temporada sin aplicar lacas de colores, así como manicuras que puedan resultar agresivas como las de gel o las acrílicas, haciendo uso únicamente de esmaltes con tratamiento para recuperar el color original y la salud de nuestras uñas. Debemos tener en cuenta que hay veces que las uñas están tan deterioradas que la única solución es dejarlas crecer de nuevo para recuperar su aspecto original.

Remedios caseros contra las uñas amarillentas

Por otra parte, podemos recurrir a otros remedios caseros efectivos a la hora de blanquear las uñas y eliminar ese tono amarillento que causa el uso continuado de esmaltes de color.

En primer lugar, podemos aprovechar el poder blanqueante del limón para eliminar el tono amarillento de nuestras uñas. Basta con sumergirlas en zumo de limón y frotar la superficie durante unos minutos. También puedes usar un disco de algodón para impregnarlo en el zumo de limón y aplicarlo sobre las uñas.

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El bicarbonato de sodio es otro ingrediente natural limpieza que podemos aprovechar como blanqueador. Además, su textura granulada favorece el efecto masaje en las uñas y las cutículas, eliminando impurezas y pieles muertas. Para aplicarlos sobre las uñas, podemos elaborar una pasta con agua y bicarbonato o mezclarlo con un poco de zumo de limón para potenciar la acción blanqueadora.

También el agua oxigenada tiene poderes blanqueadores que podemos aprovechar para recuperar el tono perdido de nuestras uñas. Tan solo tenemos que aplicar un algodón empapado en agua oxigenada y frotar la superficie de las uñas durante unos minutos.

Otro remedio casero para las uñas que se han vuelto amarillas por culpa de los esmaltes es frotar la superficie con un poco de pasta de dientes blanqueadora, realizando un suave masaje.