
¿Habías pensado alguna vez que peinarte para ir a dormir es una tontería? Vamos a demostrarte por qué no es así y cómo hacerlo.
Quizá pensar en cepillar y peinar tu pelo antes de dormir pueda parecerte una pérdida de tiempo. Lo que a lo mejor no sabes es que hacerlo puede mejorar la salud de tu cabello. No solo es importante cepillar el pelo, también es recomendable recoger nuestra melena con un determinado tipo de peinado. Uno con el que por la mañana nos despertemos con el pelo ideal y no encrespado, enredado o con marcas indeseadas.
¿Por qué peinarte antes de irte a dormir? Los aceites que de forma natural se producen en el cuero cabelludo se distribuyen gracias al cepillado por toda la melena. Eso consigue objetivos tan importantes como estimular el crecimiento del pelo y proteger la fibra capilar. Y cuando tenemos el pelo limpio, el cepillado ayuda a eliminar restos de suciedad acumulados a lo largo del día.
¿Mejor recogido o suelto? Mantener el pelo recogido mientras dormimos permite minimizar las fricciones del cabello, controlando así el encrespamiento y evitando que se estropee tanto, especialmente si hablamos de una melena debilitada (uso frecuente de herramientas de calor, coloraciones, sequedad, etc.).
Peinados para dormir
Además, peinarnos para ir a la cama nos proporciona una ventaja extra y es que al día siguiente tendremos la melena preparada para salir a la calle.: liso, ondulado o natural. ¿Qué preferimos?
Natural y desenfadado
Sujetando el cabello con suavidad durante la noche conseguiremos controlar la melena y obtendremos esos peinados con aire relajado tan de moda en la actualidad. Así, podemos recoger el pelo con una coleta o un moño convenientemente aflojados, una solución ideal para evitar que el pelo se enrede mientras dormimos, sobre todo si hablamos de cabellos lisos y largos.
Ante todo, es muy importante siempre que el peinado no quede tirante para evitar dañar la fibra capilar y crear tensiones en el cuero cabelludo.
El resultado por la mañana será un cabello más controlado, sin apenas enredos y sin roturas. El peinado, así, será pan comido al día siguiente.
Si queremos marcar ondas
Si nos apetece lucir la melena ondulada al día siguiente pero por la mañana no tenemos tiempo de utilizar las planchas o las tenacillas (o preferimos evitar ese daño para el cabello), podemos optar por recoger el pelo con trenzas o moños. En ambos casos, cabe subrayar que debemos hacer el peinado con el pelo totalmente seco para evitar que se dañe.
Por un lado, en cuanto a las trenzas, debemos tener en cuenta que cuanto más finas sean, más marcadas quedarán las ondas y pequeños serán los bucles. Así, si optamos por una única trenza con todo el cabello, obtendremos ondas naturales, abiertas y ligeramente deshechas. Si realizamos dos o más trenzas en el pelo, las ondas serán de tamaño menor y algo más marcadas.
Por otro lado, si sujetamos el pelo en un moño obtendremos otro tipo de ondas con un acabado muy natural. Igual que ocurre con las trenzas, con un solo moño obtendremos un acabado más relajado que si hacemos varios. En cualquier caso, lo más cómodo será sujetarlo ligeramente aflojado sobre la coronilla para que no nos moleste al dormir.
Una vez más, es importante que cualquiera de los dos peinados no quede muy tirante al ir a dormir para evitar daños en el cabello, el cuero cabelludo y molestias al dormir. Además, antes de peinarnos tendremos que desenredar y cepillar el cabello por completo para que las ondas resultantes queden limpias.
Al día siguiente solo tendremos que deshacer el peinado y sacudir un poco el cabello colocando las yemas de los dedos en las raíces, peinando ligeramente con los dedos si es necesario para abrir los bucles.
Alisado mientras dormimos
Para las que tengan un cabello rebelde, ni liso ni ondulado, que tienda a encresparse durante la noche por el roce y el movimiento, esta es una solución ideal. Con el pelo limpio y completamente seco, a ser posible, recién usado el secador, podemos recoger el pelo en lo que popularmente se conoce como «toga», es decir, enrollar toda la melena en torno a la cabeza.
Para ello, hay diversas técnicas y trucos (como los que se sugieren en el vídeo), pero en general usaremos pinzas y una redecilla o media para preservar el recogido del roce.
Con esta solución conseguiremos controlar el «frizz», evitar los nudos y potenciar el acabado liso que hayamos conseguido con el secador. A la mañana siguiente solo tendremos que deshacer el recogido y repasar el cabello con el cepillo.
Consejos para levantarte con pelazo
El primer paso para lucir una melena bonita por las mañanas es desenredar y cepillar el cabello antes de acostarnos. Para ello, es recomendable usar un cepillo, a ser posible, de fibras naturales. Si tenemos enredos, comenzaremos cepillando de medios a puntas, sujetando en cabello desde la raíz para evitar que se parta. Para terminar repasando toda la melena desde la raíz, comenzando por el interior.
Por supuesto, en el caso de melenas rizadas, el cepillado solo debe realizarse con el cabello mojado, tras el lavado, de lo contrario el bucle perderá definición. El cepillo en este caso también ha de ser específico, de madera y con las púas más anchas.
Tres minutos de masaje en el cuero cabelludo nos ayudan a estimular la circulación en esa zona de la piel lo que repercute en la salud y apariencia de nuestra melena. Aparte, resulta un ritual relajante antes de irse a la cama. Basta con colocar las yemas de los dedos abiertos sobre el cuero cabelludo y moverlas dibujando círculos ejerciendo cierta presión.
Si tenemos problemas de encrespamiento en el cabello, lo mejor será sustituir las fundas de almohada de algodón por una de satén. Este es un requisito obligatorio en el caso de melenas muy rizadas o afro, pero también conviene en cabellos muy voluminosos y con tendencia al «frizz». Igualmente, es un cambio recomendable para los cabellos lisos decolorados, sometidos a un gran daño, ya que ayudará a evitar el encrespamiento y la rotura de los cabellos por fricción.
De vez en cuando, conviene aplicar una mascarilla de tratamiento capilar sobre el cabello seco para que actúe durante las horas de sueño. Así ganaremos hidratación, brillo, suavidad y lograremos prevenir daños típicos como las puntas abiertas. Basta con usar un gorro de baño o envolver el pelo en una camiseta de algodón para evitar manchar la almohada por la noche.
Por la mañana solo tenemos que lavar el cabello con normalidad para disfrutar de las ventajas de nuestro tratamiento nocturno.
Por último, aunque haya épocas del año en las que sea una tentación, dormir con el cabello mojado, realmente no es saludable y acaba por repercutir en el aspecto de nuestra melena. Por eso, si nos lavamos el cabello por la noche es necesario secarlo por completo antes de acostarnos, a ser posible con aire templado y el secador alejado a una distancia prudencial del cuero cabelludo.