Con la llegada del buen tiempo y los días de calor, muchas acudimos a la peluquería con el objetivo de a aclarar nuestra melena para dar más luz al rostro y obtener un «look» más veraniego. El problema es que lo que se veía como una favorecedora melena aclarada a principios de temporada, a final del verano se puede convertir en un cabello pajizo y con reflejos verdosos que no sabemos de dónde han salido.
De hecho, es un problema que puede afectar también a las rubias naturales aunque en menor medida y con menor intensidad. ¿A qué se debe?
¿Por qué se pone el pelo verde?
Son los algicidas y fungicidas que se usan en las piscinas para preservarlas de microorganismos los que tienden a dejar verdosos los cabellos teñidos de rubio, ya sean mechas o coloraciones completas. Estos compuestos, que contienen sulfato de cobre, poseen una coloración azulada que, en combinación con el tono amarillento propio de las melenas teñidas de rubio, da como resultado esa antiestética tonalidad verdosa.
Y es que los cabellos teñidos de rubio o con mechas presentan los daños propios de la decoloración, lo que les lleva a ser porosos y absorber estas sustancias azuladas presentes en las piscinas. Así, cuanto más claro es el tono (más decolorado), más evidente suele el tono verdoso que adquiere el pelo por el efecto del agua de piscina. Por eso, es posible que en una misma melena con mechas, estos reflejos verdosos se perciban más en unos mechones que en otros, previsiblemente, en los más oxigenados.
Lo cierto es que los cambios de imagen que nos gusta hacernos de cara al verano suelen coincidir con el comienzo de la temporada de piscina, lo que supone un mayor riesgo para la buena apariencia de nuestra melena. Y es que no conviene exponer el cabello al cloro en los primeros días tras haber aplicado un tinte o unas mechas. La razón es que fibra capilar está más expuesta y es más vulnerable ante esos pigmentos azulados de la piscina que modifican nuestra coloración.
Evitar que el rubio se vuelva verde
Ahora que sabemos la razón química de ese cambio en la coloración de nuestra melena, solo tenemos que tomar las precauciones adecuadas para poder disfrutar de los ansiados baños en la piscina sin resultados nefastos para el pelo.
– Tener un pelo sano al comienzo de la temporada de piscina nos ayudará a minimizar riesgos. Por eso, una buena medida de prevención son los tratamientos nutritivos y reparadores del cabello. Y es que, cuanto más castigado esté el cabello al comienzo del verano, más probabilidades tendremos que de acabe con una tonalidad verdosa al final de la temporada. Acudir a la peluquería para aplicar tratamientos que mejoren la salud de nuestro cabello es una buena idea para arrancar el verano.
– Un truco sencillo y efectivo que podemos realizar antes de meternos en la piscina es el de mojarnos el pelo en la ducha con agua dulce. De esa manera conseguiremos saturar la fibra capilar para que absorba la menor cantidad posible de agua de la piscina, con sus nocivos componentes.
– Usar mascarillas o aceites capilares como el de coco o el de argán durante las horas que pasemos en la piscina también resulta eficaz para evitar que el cabello se vuelva verdoso. Con esta aplicación lo que buscamos es propiciar un efecto barrera que impida la absorción de estas sustancias azuladas por parte del cabello.
– En caso de realizar deportes en piscina, utilizar siempre un gorro impermeable para entrar en el agua. En el caso de las piscinas de recreo al aire libre, la alternativa sería preservar el pelo del agua en algunos baños puntuales recogiéndolo sobre la coronilla para que no esté tan expuesto.
– Aclarar el pelo al salir de la piscina de nuevo en la ducha para retirar todo lo posible los restos de cloro. Una vez hecho esto, cuanto antes nos podamos lavar el pelo con champú y mascarilla, mejor.
Si el cabello ya se ha puesto verde…
¿Qué ocurre si hemos sido descuidadas o desconocíamos el impacto de los químicos de la piscina en el pelo y ya es demasiado tarde? Si bien nuestro primer consejo es que vayas a la peluquería para recuperar el buen aspecto de tu cabello (es la opción con más garantías), es cierto que podemos recopilar algunos remedios caseros que nos pueden sacar del apuro una vez nos percatamos de que nuestro cabello tiene reflejos verdosos.
Quizá el más popular es el del tomate. Para quienes no lo conozcan, consiste en aplicar una suerte de mascarilla capilar casera a base de ketchup, zumo o salsa de tomate para que los pigmentos naturales de este ingrediente contrarrestan los matices verdosos que provoca el agua de la piscina en el pelo rubio. Quienes lo han probado y comparten su experiencia en internet afirman que con 30 minutos será suficiente aunque señalan que puede ser necesaria más de una aplicación. Así, lo ideal será realizar una y comprobar si es necesario repetir.
Otros de los remedios utilizados popularmente para acabar con esa tonalidad verdosa fruto de los baños en las piscinas contienen productos como el bicarbonato de sodio y el zumo de limón. Se puede preparar una mascarilla casera con ambos productos mezclados para aplicarla directamente sobre el cabello y dejarla actuar unos minutos para recuperar el rubio original.
Otra opción es preparar una solución con agua templada y de 6-8 aspirinas (esos famosos comprimidos de ácido acetilsalicílico) y aplicarla como una mascarilla sobre el cabello, dejando que actúe unos 25 minutos.
Tras aplicar cualquiera de estos remedios, es necesario lavar el cabello normalmente con champú y acondicionador.