El director de cine y actor sevillano ha reconocido que una de las escenas de 'Kiki' está totalmente fuera de lugar
El actor y director sevillano Paco León ha compartido una profunda reflexión en redes sociales tras reconocer la gravedad de una de las tramas de su popular película Kiki, el amor se hace. En un emotivo vídeo publicado en Instagram, Paco se ha derrumbado al recordar la similitud entre una escena de su película y el estremecedor caso de Gisèle Pellicot, una mujer francesa que fue drogada y abusada sexualmente durante años por su marido, quien la ofrecía a desconocidos para mantener relaciones sexuales.
‘Vivimos en la cultura de la violación’
El cineasta, visiblemente afectado, compartió: “No paro de pensar en el caso de esta señora francesa que su marido la drogó durante años y la ofrecía para practicar sexo con desconocidos. Es obvio que todos sentimos asco, repulsión e incomprensión ante este monstruo, que parece algo superalejado, pero también me lleva a la reflexión de cómo puede pasar esto.”
Paco continuó su autocrítica al vincular este caso con una de las tramas de Kiki: “Yo no paro de pensar en la trama que grabamos en Kiki. Después de los años, he tomado conciencia de que estaba grabando una violación y una sumisión química. En la película, uno de los personajes drogaba a su mujer y la violaba cada noche. Yo no caí en el horror que eso significaba. Está en nosotros esa cultura.”
El director subrayó que tanto él como el equipo de la película en su momento no fueron conscientes de lo que implicaba esta trama. Con tono de arrepentimiento, comentó: “Era un personaje que drogaba a su mujer, y yo no veía que estábamos representando algo tan terrible. Me avergüenzo de no haber tenido esa sensibilidad.”
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‘No es no’
Paco León se mostró impactado por las reflexiones que ha tenido en los últimos días, y señaló cómo la percepción sobre el consentimiento ha cambiado con el paso del tiempo: “Hace 6-8 años no se tenía, o yo no tenía, esa sensibilidad sobre el tema, y creo que todos tenemos que mirarnos. No solo son los monstruos que drogan a las mujeres; esa cultura de la violación la llevamos todos. El tema del consentimiento ha pasado del ‘no es no’ a ‘la ausencia del sí también es no’.”
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Esta autocrítica pública refleja una evolución personal y profesional, reconociendo errores del pasado y haciendo un llamamiento a una mayor conciencia social respecto al consentimiento y el impacto de la representación de ciertos temas en la cultura popular.
