El concepto de decoración del hogar puede variar bastante cuando hay niños en casa. Lo que según nuestras expectativas debería ser un espacio armonioso, donde las tendencias de decoración del momento se llevaran todo el protagonismo, puede convertirse en un espacio caótico salpicado de juguetes por todas partes sin orden alguno. Y eso ocurre sobre todo cuando no tenemos una habitación de juegos en casa.
Cierto es que si hablamos de bebés o niños en edades muy tempranas (que todavía no han desarrollado el juego por completo), será difícil no tener toda la casa plagada de objetos infantiles y juguetes. Pero a medida que son capaces de desarrollar el juego en solitario o colaborativo (con amigos o hermanos), será más fácil crear en casa un espacio de juego que mantenga más o menos intacta el resto de la decoración.
Entonces, si nos planteamos crear una sala de juegos para los niños en casa, podemos encontrarnos con dos situaciones. En primer lugar, que podamos contar con una habitación de juegos para niños independiente (porque nos sobra una estancia en casa). Puede tratarse de un dormitorio reaprovechado, una salita anexa al salón de casa, una buhardilla, etc. En segundo lugar, puede que la única posibilidad sea crear un espacio de juegos en alguna de las estancias de la casa, normalmente, el salón. Y es que no siempre es posible por el tamaño de la casa, el espacio disponible o la disposición de las habitaciones contar con esa sala de juegos ideal para los más pequeños de la casa.
En el caso de que podamos contar con una habitación infantil de juegos en casa, la decoración será esencial y no deben faltar ciertos elementos para que funcione.
Qué debe tener una habitación de juegos para niños
Lo bueno de contar con una sala de juegos en casa es que podremos mantener el orden más fácilmente y podremos ir renovándola a medida que los niños crezcan y vayan cambiando sus preferencias de ocio. Si hablamos de niños pequeños, a la hora de pensar su sala de juegos, no puede faltar lo siguiente:
Decoración de la sala de juegos
Puede parecer una obviedad, pero podemos caer en el error de que basta con colocar todos sus juegos y juguetes en una habitación para que se convierta en el espacio donde quieran jugar. Pero debemos ir más allá y decorarla para que se convierta en un auténtico espacio infantil, que invite a desarrollar la imaginación y jugar durante horas.
Por eso, el colorido será esencial para crear un espacio infantil. Lo mejor es escoger una paleta de colores para crear cierta armonía y utilizarlo en elementos como lámparas, accesorios de almacenaje, alfombras, cortinas, etc.
Los detalles marcarán la diferencia en este espacio y los más pequeños sabrán apreciarlos como nadie. Por ejemplo, podemos decorar los interruptores de la luz con pegatinas divertidas, alegrar las paredes con vinilos o papel pintado que además separen ambientes, instalar una pared de pizarra para que den rienda suelta a su creatividad, etc. Además, podemos decorar parecer con detalles especiales como guirnaldas de luces (pompones o banderines), letras con sus nombres, pósters infantiles, etc.
Eso sí, no debemos olvidar que ante todo una habitación de juegos ha de ser un espacio lo más diáfano posible para permitir que los pequeños jueguen con libertad y darles más posibilidades de desarrollar su imaginación. Así que la decoración no debe restar espacio al juego, y siempre deben primar los elementos que ocupen espacio vertical o se ubiquen en las paredes y el techo.
Luz natural
Aunque lo ideal es que los niños jueguen el mayor tiempo posible, no siempre es factible. Por eso es importante que en tiempo de juego en casa que siempre existirá puedan disfrutar de la mayor cantidad de luz natural. Si tenemos esa opción, debemos tenerlo en cuenta a la hora de elegir la habitación y si no, fomentarla en lo posible con cortinas ligeras y traslúcidas, ventanales despejados, colores claros en las paredes, espejos que reflejen la luz y una buena iluminación, tanto principal como secundaria.
Soluciones de almacenaje accesibles
El orden en un espacio de juego será imprescindible si no queremos que se convierta en un espacio caótico, lo cual no es muy difícil tratándose de niños. Por eso cada cosa debe tener su sitio en este cuarto, de forma que cuando acaben de jugar o cambien de juego, todo quede en orden. Así, en las habitaciones de juegos para niños es imprescindible que contemos con múltiples soluciones de almacenaje que además sean accesibles para que ellos puedan colaborar y ser autónomos a la hora de ordenar.
Por ello, han de estar a su altura, deben ser fáciles de abrir y cerrar, de sacar y volver a guardar, etc. Es el caso de los cajones bajo la cama, los baúles, las cajas y cestos ubicados en estantes bajos, etc. Lo más recomendable son sin duda las estanterías con almacenaje incorporado, mejor si es a base de accesorios de plástico, que no pesen y no representen ningún riesgo.
Además, cuanto más específicos sean estos lugares de almacenaje, más orden habrá en la habitación de juegos. Por ejemplo, podemos destinar una caja, cesto o accesorio de almacenamiento a cada tipo de juego: construcciones, cajas de puzzles, muñecos, etc. Si pretendemos que guarden todo en un gran arcón, la organización será mucho más caótica, y les dificultará la tarea a la hora de encontrar lo que quieren en cada momento.
Seguridad
Una decoración espectacular sin medidas de seguridad para los niños sería todo un error. Por eso debemos proteger ventanas, enchufes a la vista, picos de las mesas que puedan resultar peligrosos, cajones que no se deban abrir, eliminar cerrojos de puertas, esconder cables a la vista, etc.
Juego simbólico
Es ese tipo de juego en el que el pequeño imita situaciones de la vida real (profesiones, mamás y papás, cocinitas, …) y en la que a veces se emplean juguetes y objetos con otro fin diferente a aquel con el que fueron concebidos. Aunque muchas veces en este tipo de juego intervienen objetos que nada tienen que ver y que escogen los niños con su imaginación (un peine puede ser un micrófono; un paraguas, una espada, y unos cojines, el tejado de una casa, etc.), siempre conviene tener en el cuarto de juegos algún rincón que estimule el juego simbólico.
Puede tratarse de una casita, una cocinita, un kit de médicos, una caja de herramientas, muñecos bebés, etc. A veces basta con dejarles objetos que puedan estimular esa imaginación, como cajas de cartón, cojines, colchonetas, sillas y objetos cotidianos que ya no usemos etc.
Manualidades
Siempre son un excelente recurso de entretenimiento que además favorece su desarrollo en muchos sentidos. Por eso nunca deben faltar en un cuarto de juegos en casa. Hablamos de pinturas de todo tipo, pinceles, pizarras con tizas o rotuladores, lienzos, cuadernos, cartulinas, materiales especiales como la goma eva, papel de colores, etc. También, los cuadernos para colorear o con pasatiempos divertidos.
No es necesario contar con todo ese material, pero sí una buena muestra con la que los pequeños puedan desarrollar su creatividad y pasar buenos ratos de entretenimiento. Lo que sí es imprescindible es contar con una mesa y al menos una silla por niño a su altura para poder realizar todas estas manualidades.
Un rincón de lectura
Los cuentos son parte del desarrollo intelectual y emocional de los niños y por eso desde el principio estarán muy presentes en sus vidas. Crear un rincón de lectura no solo fomentará este hábito en los más pequeños de la casa, sino que resultará decorativo y muy acogedor.
Para crearlo lo mejor es recurrir a soluciones accesibles para los peques, como estanterías bajas, de estilo Montessori o de suelo (con ruedas incluso) en las que ellos mismos puedan colocar y coger los cuentos.
Para completar el rincón podemos instalar algún sillón de pequeño tamaño, o simplemente unas colchonetas y cojines para que se acomoden mientras disfrutan de sus cuentos favoritos.
Si tenemos espacio…
Si tenemos el privilegio de contar con un espacio generoso para esta habitación de juegos en nuestro hogar podemos también plantearnos crear alguna zona específica para la actividad física. Hablamos de colocar alguna miniportería de fútbol, un columpio de interior, una tabla curva, un balancín, un triángulo de escalada, etc. Incluso con unas colchonetas, unos aros y unas pelotas puede ser suficiente para animar a lo niños a divertirse con juegos más físicos.