Las plantas consiguen darle a tu casa un toque verde y natural y son capaces de refrescar cualquier ambiente. Hay multitud de variedades y estilos y en esta ocasión, te proponemos acercarte al cultivo de especies vegetales sin maceta. Se conoce como kokedama, una técnica centenaria procedente de Japón que puede ser una alternativa diferente para darle un carácter especial a tu hogar.
Literalmente, al traducir el término, kokedama significa bola de musgo y su denominación se ajusta de manera perfecta a su apariencia ya que esta técnica consiste en sustituir el tiesto que normalmente alberga la planta por una maceta orgánica en forma de bola y recubierta de musgo. Esto te permite que la planta solo tenga que apoyarse sobre una estructura o colgada del techo, lo que provoca un resultado decorativo muy singular.
¿Plantas de interior o exterior?
En una bola de musgo puedes cultivar cualquier tipo de planta y en función de las dimensiones de la bola podrás optar por un tipo u otro. Normalmente es preferible elegir una planta pequeña que oscile entre los 12 y 18 cm. para que así la esfera de sustrato tenga alrededor de unos 10 cm. de diámetro y sea más fácil colocar en cualquier rincón de tu casa.
Las plantas pueden ser tanto de exterior como de interior, lo único que hay que tener en cuenta que si está ubicada en el balcón o en el jardín tiene que situarse en un lugar donde no le de el sol de forma directa. Una buena elección es colocarlo colgado de la rama de un árbol de hoja caduca porque en verano le proporciona sombra y, en invierno, deja pasar la luz y el calor. Estas son algunas ideas de plantas de exterior para decorar tu terraza o balcón
En el interior, la estancia debe ser luminosa y hay que evitar las fuentes directas de aire frío o caliente como el aire acondicionado o la calefacción. Estas son algunas de las plantas de interior que te proponemos que seguro conquistarán tu salón y que puedes cultivar siguiendo esta técnica japonesa.
Riego y cuidados en Kokedamas
Una de sus curiosidades es que su riego es por inmersión, es decir, hay que sumergir por completo la bola de musgo en un recipiente con agua. Comenzará un burbujeo y cuando éste cese es que la bola ha dejado de absorber el agua, la sacamos y dejamos que se escurra por si sola o bien, le ayudamos a eliminar el exceso de agua con una palpación suave. Cuando deje de gotear la podemos volver a colocar en la ubicación elegida.
La frecuencia de riego depende de la estación del año y de las necesidades de cada planta, pero por norma general, en primavera y verano será de 3 a 4 veces por semana, mientras que, en otoño e invierno, una o dos veces por semana.
El peso de la bola de la kokedama nos dará pistas sobre cuándo es necesario volver a regar. Si al cogerla nos da la sensación de que está hueca, es el momento de volver a sumergir. Como es habitual en las plantas, es vital establecer una frecuencia de riego para que así la planta se adapte a esa cantidad de agua y de esta forma, el peso nos servirá de guía para saber cuándo volver a regar.
También podemos pulverizar la kokedama para contrarrestar el ambiente seco, pero hay que tener en cuenta que dependerá del tipo de planta que hayamos escogido para nuestra kokedama porque no todas resisten la pulverización.
Hazlo tú misma
Esto dependerá de lo habilidoso que seas. Hay que formar una bola compacta con el sustrato y lograr que quede una mezcla equilibrada con todos los componentes que forman la bola. Una vez que esté lista, hay que hacer un hueco para introducir la planta y rodear la bola de sustrato, a la vez que se va forrado de musgo. En este último paso, hay que ayudarse de unos hilos que pueden usarse para colgar la kokedama.
Aquí puedes encontrar cómo hacer tu kokedama paso a paso. Puedes encontrar multitud de tutoriales por internet y también son muchas las empresas que ofrecen talleres, tanto presenciales como online, para aprender la técnica kokedama. Te dejamos algunos: Kokedamas con amor, Niwa, Omotesando y Kayto.
Foto principal: Kokedamascon amor, restaurante japonés Nintai en Marbella.