En un momento en el que el elemento natural está de moda en la decoración, las plantas artificiales se han convertido en un recurso imprescindible para darle un aire acogedor y actual a nuestros hogares sin tener que invertir tiempo en cuidarlas. Eso sí, no conseguiremos el mismo efecto si empleamos cualquier tipología, y solo conseguiremos nuestro objetivo si escogemos plantas artificiales realistas.
Hablamos de plantas artificiales de calidad, cuyo acabado, tamaño y diseño imitan a la perfección la apariencia de las plantas naturales con las que se decoran interiores. Porque no es lo mismo decorar una estancia con una planta brillante y con un color muy artificial que hacen muy evidente que no es natural, a escoger una planta llena de detalles que simulan el acabado y las imperfecciones propias de las naturales.
¿Cómo reconocer los ejemplares de calidad que realmente van a pasar por plantas naturales en nuestra casa? Con estos consejos será mucho más fácil conseguir las mejores plantas artificiales realistas.
Así son las plantas artificiales realistas
A la vez, los colores nunca son planos y uniformes, sino que tienen matices que recrean cambios de tonalidades, manchas, líneas y otras imperfecciones que podríamos encontrar en cualquier planta natural. También la forma ha de recrear la de un ejemplar natural, con hojas desiguales en las que se ven las venas y no falta detalle.
Si se trata de plantas artificiales con flores, estas tendrán detalles muy realistas incluso en la textura, lo que implica que no siempre serán de tela, puesto que a veces tienen un tacto gomoso.
Las especies que más dan el pego
Las especies que resultan más realistas para interior son aquellas que tienen esa textura como sintética, con hojas y tallos gruesos que parecen de goma. Es el caso de las suculentas (plantas artificiales realistas pequeñas ideales para decorar estanterías y pequeños rincones), el aloe vera, los helechos, los filodendros o la monstera, la planta más adorada en Instagram.
Los detalles en macetas, tallos, troncos, hojas y flores siempre suman a la hora de hacer pasar una planta artificial por natural. Tanto en plantas artificiales realistas grandes como pequeñas debemos buscar esos detalles orgánicos que nos hagan pensar que es un ejemplar natural. Por ejemplo, raíces a la vista, tierra removida, pelos y pellejos en los tallos, pequeñas hojas que parecen recién nacidas, pinchos, frutos, restos de musgo o suciedad en el tronco, etc.
Lo cierto es que es difícil encontrar plantas artificiales realistas baratas, porque precisamente ese acabado lleno e detalles es lo que incrementa el precio de los ejemplares. Pero sin duda suponen una buena inversión ya que además del aspecto realista resultan mucho más duraderas y resistentes.
Si buscamos plantas artificiales realistas para exterior debemos cerciorarnos de que sean resistentes a la luz (que el color aguante) y resistan las condiciones climáticas para que mantengan su valioso aspecto.
A la hora de integrar estas plantas realistas en la decoración, optaremos por macetas de gran tamaño y con tierra natural para decorar en el suelo (rincones, escaleras, exteriores, etc.) Si hablamos de ramos de flores o ramas sueltas combinadas. lo mejor será imitar la preparación de un ejemplar natural, con jarrones opacos o transparentes que podemos llenar de agua.
Es tendencia utilizar cestos naturales para colocar las macetas tanto en el suelo como en superficies y darle un aire más natural. También tenemos la opción de colocar macetas colgantes con soluciones de cuerda o ganchillo, preferiblemente si hablamos de ejemplares con ramas que desciendan para que quede más vistoso. y alegren los techos.
¿Cómo se lavan las plantas artificiales?
Uno de los cuidados que necesitan las plantas artificiales es la limpieza, ya que tienden a acumular polvo y suciedad del ambiente (hasta humedad y grasa si se encuentran en la cocina o en los baños). Y lo cierto es que a priori no resulta fácil limpiar una planta artificial, más aún, si tiene un acabado realista que podemos estropear.
Si intentamos lavar las plantas artificiales con un trapo o directamente bajo el grifo comprobaremos que se desprenden las flores y se estropean ramas y hojas. Además, si la planta en cuestión cuenta con una maceta realista (con una imitación de sustrato), la tarea se complica. ¿Cómo lo hacemos entonces? Podemos recurrir a una serie de herramientas y trucos:
Dependiendo del tipo de planta o la frecuencia de limpieza de la que estemos hablando, a veces un plumero puede ser suficiente para eliminar el polvo que se deposita en las ramas. Si necesitamos más intensidad, también podemos probar con un secador al aire libre para eliminar la mayor cantidad de polvo posible.
Cuando hablamos de plantas artificiales realistas que acumulan suciedad que se ha incrustado lo mejor será recurrir a una brocha de pintor para repasar hojas y ramas. Podemos ayudarnos también de un pulverizador de aire (como los que se usan para limpiar dispositivos tecnológicos) para llegar a las zonas más complicadas como el interior de las flores o el ramaje.
Cómo limpiar el polvo de las flores artificiales
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Si se trata de un tipo de planta con una estructura muy complicada, que nos llevaría demasiado tiempo repasar a mano, lo mejor es recurrir al truco de la sal. Consiste en introducir la planta en una bolsa en la que previamente hayamos echado una cantidad considerable de sal gorda. Entonces cerraremos la bolsa y agitaremos para que la sal vaya atrapando la suciedad en todos los recovecos de la planta. Podremos hacerlo con más o menos vigor en función de lo delicada que sea la planta (cuantas más flores, por ejemplo, más cuidado habremos de tener). Al abrir la bolsa comprobaremos que la sal se ha oscurecido por la suciedad e incluso puede que tengamos que repetir el proceso una vez más.
En el caso de las plantas artificiales grandes, podemos recurrir al trapo para limpiar sus hojas y ramas. Podemos emplear agua con bicarbonato o algún multiusos neutro, con cuidado de no mojar demasiado la planta (ni la maceta) ni estropear los detalles del acabado.