El verano es sinónimo de buen tiempo, vacaciones, tiempo libre y relax. Aunque, para quienes tienen niños en casa, estos meses sin colegio pueden convertirse también en una pesadilla donde el tiempo libre abunda y las ideas para combatir el aburrimiento escasean.
Fuera de casa hay infinidad de planes atractivos para pasar un día en familia de lo más divertido: parques acuáticos, teatro, museos, acampadas, picnic, piscinas y playas, etc. Si embargo, con un poco de imaginación es posible que se diviertan también cuando toca estar en casa, evitando así que los días sean monótonos en estos meses. Aquí van algunas ideas que podemos poner en práctica sin salir de casa:
Juegos de agua
A falta de piscina en casa, nada mejor que refrescarse en los días más calurosos con unos juegos de agua en familia. Eso sí, necesitaremos un espacio disponible para jugar con el agua, como un patio o un jardín. Allí podemos emplear nuestras imaginación para pasar un rato divertido con los bañadores puestos y echando mano de recursos sencillos.
Por ejemplo, una carrera de vasos, tratando de pasar de uno a otro el agua de un vaso a otro derramando lo menos posible (si son más pequeños podemos hacerlo con cubos y hacia delante). También, una carrera de esponjas, utilizándolas para trasladar el agua de un barreño o cubo a otro.
Aunque pueden resultar muy divertidos, conviene evitar los globos de agua con niños pequeños ya que resultan peligrosos por el riesgo de atragantamiento que implican.
Cocina
La mayoría de los niños se divierte mucho si les dejamos ayudar en la cocina, más aún, si esto les da la oportunidad de experimentar con texturas, sabores, olores y manipular ingredientes y productos con las manos. Eso sí, hemos de concienciarnos de que se mancharán con toda seguridad, pero esto nos proporcionará sin duda momentos de gran diversión.
¿Y si les proponemos hacer una receta de repostería? ¿O quizá una pizza, preparando la masa en casa incluso? Incluso puede que alguno descubra una pasión en esto de la cocina y quiera implicarse de ahí en adelante…
El cine en casa
Ir al cine les encanta, pero seguro que les hace casi más ilusión montar uno en casa. Como probablemente no contemos con una pantalla de cine en casa, podemos optar, por un lado por utilizar un proyector sobre una pared blanca amplia o incluso una sábana. Será aún más mágico si es en el exterior (en un jardín o patio).
En caso de que no sea posible contar con el proyector, siempre podemos recurrir a la televisión y convertir el salón en un cine improvisado con un poco de imaginación.
Por ejemplo, colgando un cartel de la película, creando una taquilla y unas entradas para la sesión familiar, numerando los asientos como si se tratase de butacas, bajando las luces e incluso nombrando un acomodador que siente a cada uno donde le corresponde con ayuda de una linterna. No pueden faltar las palomitas hechas en casa, por supuesto.
En busca del tesoro
Nada les divertirá más que un juego de pistas improvisado en su propia casa. Basta con escoger un tesoro que les motive a llegar hasta el final del juego y preparar una serie de pistas en papelitos que iremos escondiendo por distintos rincones de la casa.
Para prepararlo tendremos que comenzar por la última pista, la que conduce al fin al tesoro e ir hacia atrás hasta completar todas las pistas que tendrán que ir descifrando. Podemos ir incluyendo pruebas como paso previo a obtener ciertas pistas para hacerlo más emocionante.
Pintacaras y disfraces
¿A qué niño no le encanta disfrazarse? Más aún, si les dejamos pintarse la cara. Por eso podemos planear un buen rato de diversión reuniendo todos los disfraces disponibles en casa (los de los mayores incluidos), así como los accesorios con los que contemos (pelucas, gafas, sombreros, pañuelos, collares, diademas divertidas, antifaces etc.).
Podemos darles la libertad de que escojan su disfraz y pintarles la cara basándonos en un personaje o inspirarnos en los miles de diseños que encontraremos por internet. ¡Cuando se vean ante el espejo alucinarán!
Disco en casa
Un poco de música de la que más les guste, una pista de baile improvisada y puede que algún accesorio para darles más juego, bastarán para crear una discoteca infantil improvisada en casa. Si además conseguimos luces de colores que parpadeen como en una sala de fiestas (en cualquier tienda de artículos festivos), el atractivo será mucho mayor.
Por supuesto, no podemos olvidar echar mano de esas canciones que les invitan a jugar y a seguir una coreografía, que seguro se saben de memoria.
Circuito
Para los más activos, podemos probar a crear un circuito de psicomotricidad en casa, ya sea en el jardín, en un patio o en cualquier zona con espacio disponible. Para montarlo podemos recurrir a utensilios disponibles en cualquier casa, como palos de fregona, cubos y palanganas, pelotas, sillas, alzadores, cinta americana, cuerdas, etc. El reto consiste en que vayan superando los obstáculos que se les plantean mientras practican sus habilidades motoras de acuerdo a su edad.
Una cabaña
Les encantará si jugamos a construir algo recurriendo a la imaginación como una cabaña, una tienda de campaña o un castillo. Podemos construirlo con su ayuda en el jardín, en el patio o dentro de casa y solo necesitamos recursos sencillos como cojines, sábanas, cajas de cartón y todo lo que se nos ocurra. Se lo pasarán en grande ayudando en la construcción y luego podrán meterse dentro a leer cuentos, jugar con muñecos o contar historias. Incluso si colocamos una tienda de campaña en el jardín, por la noche pueden aprovecharla para mirar las estrella.
Dactilopintura
Si algo les gusta a los más pequeños de la casa es expresarse con libertad a través de la pintura. Más aún, si además pueden utilizar pies y manos para hacer dibujos a todo color. Para que puedan disfrutar de esta actividad, nos haremos con pintura apta para manipular con las manos, así como una superficie lo suficientemente amplia como para que se explayen (puede ser un mantel de papel).
Lo mejor es colocar los materiales lejos de superficies que no queramos que se manchen de pintura (aunque la de este tipo se suele limpiar sin problemas) para que tengan total libertad para explorar su creatividad. A partir de ahí, solo tendremos que observarles y vigilar que la pintura acabe en partes de la casa que no deseamos.
Rodar una minipelícula
Podemos probar con una experiencia cinematográfica casera haciendo uso de la tecnología que manejamos en el día a día. Bastará con un teléfono móvil inteligente para grabar y montar una película que ellos mismos dirijan y protagonicen. Para ello, tendremos que crear un pequeño guion, decidir cómo se reparten los personajes, quiénes graban y buscar algo de vestuario y atrezzo para ambientar.
Luego será cuestión de montar las escenas con un editor de vídeo (la mayoría de los «smartphone» los incluyen y, si no, hay muchas aplicaciones gratuitas) e incluir algunos rótulos. Les encantará ver el resultado del trabajo en grupo y habrá risas aseguradas cuando se vean en la pantalla.