Si la Biología de la Moda existiera ella sería una de sus grandes estudiosas. Balbina Arias es tan dulce como fuerte. La historia de por qué un día dejó la Biología para convertirse en diseñadora de moda hace que comprendamos el porqué de esa sonrisa permanente, de esa energía. La misma que la ha llevado a embarcarse en el gran proyecto profesional que es montar su boutique en su pueblo, Estepa. Bulevar Sur quiere saber todo sobre ese espacio lleno de buen gusto y donde se respira ilusión y pasión por la moda.
¿Cuál es la historia tras la firma Balbina Arias?
Estudié Biología y me dediqué a esa profesión durante muchos años, realmente lo hice porque quise. Otra parte de mí quería también estudiar alguna carrera artística pero cuando elegí en 1994 la moda no era una opción. He sido muy feliz y me ha dado muchas satisfacciones aunque reconozco que ahora disfruto más la Biología como ciencia que antes porque satisface mucho mi curiosidad. Yo lo pregunto y lo quiero saber todo y eso lo sigo necesitando, yo no sería yo sin haber estudiado Biología. Llegó un momento en el que no estaba contenta con mi camino profesional, ya no me valía solo estar con la Biología y esa parte de mí, la creativa, se fue despertando y esta vez para siempre. No podía negarlo, empecé de una manera «amateur», gran parte de lo que hizo que despertase fue crear mi blog e ir abriéndome al mundo…
¿Cuándo empieza a ganar terreno la Balbina diseñadora a la bióloga?
Soy las dos cosas, pero el punto de inflexión fue en 2010. Salí de un trabajo y necesité reinventarme, un cambio en mi vida porque no tenía suficiente con la moda «amateur». Me formé en Sevilla de Moda y recibí clases de una modista de Estepa a la que le debo mucho. La marca Balbina Arias la creé en 2012, antes estuve trabajando bajo la marca Zarzaparrilla, una planta con la que me siento muy identificada.
¿Por qué hay que apostarlo todo por la moda?
Ahora mismo estoy feliz como nunca, me siento plena. Me permite crear, soñar despierta, buscar retos que quiero alcanzar e ir poniéndome a prueba con cada nuevo diseño. Ya no estoy sola, tengo un equipo. Si miro atrás, lo que he hecho ha sido buscar mi felicidad. La moda tiene todas las facetas artísticas con las que me siento cómoda: la música, la pintura… En la moda todo confluye, no me sentiría completamente satisfecha solo con una de ellas, pero con la moda sí.
Espero convertirme en referente de la moda nupcial en mi comarca
¿Con qué actitud suelen llegar sus clientas?
Me llegan con la mente abierta y con la idea de que no se quieren complicar. A esas les respondo que la que se tiene que complicar soy yo. También vienen algunas con fotos y las ideas claras… Es más fácil trabajar con la libertad creativa, partes de cero y no hay ideas preconcebidas. La otra es un reto diferente, tratar de hacerle ver a la persona que eso se puede llevar a cabo siempre que sepa que ella y la modelo de la foto no tienen nada que ver. Mi estilo va a ir siempre en el diseño porque tengo líneas y pautas definidas en mi trabajo, pero quiero que sean ellas y se sientan cómodas y lo quieran usar más veces. Trato de no imponer, pero quiero hacerles ver lo mejor para que saquen todo el partido posible.
¿Y cómo podría identificar su estilo?
Me considero minimalista, creo que tengo un estilo muy personal porque dentro de eso busco la sencillez, atemporalidad y la fuerza. Minimalista porque no soy barroca, pero puedes encontrar prendas con mucho movimiento o cuerpo… Estoy en el camino de que puedas identificar mis prendas. Es atemporal básicamente.
Hace poco que has entrado en el terreno de la moda nupcial, ¿cómo le va?
Estoy en un período de transición, es el primer año que hago trajes de novia y estoy muy contenta con la acogida que estoy teniendo. Mis primeras novias serán las del 2016, hasta ahora había trabajado prêt-à-porter de gama alta y costura a medida de fiesta. La colección que he sacado de novias está gustando mucho y también las novias a medida, considero que hacen un salto de fe, pero se verá recompensado cuando se den cuenta de que ese vestido se parece muchísimo al boceto inicial y a la idea que tenían en la cabeza.
Hace poco ha abierto su boutique en Estepa, ¿cómo ha tomado esa importante decisión?
Han sido muchos meses de preparativos, pretendo inaugurarla pasado el verano de forma más oficial, la abrí el 19 de junio en Estepa en la Avenida de Andalucía, 135, en una zona comercial preciosa. Si por mis ganas hubiera sido lo habría hecho mucho antes, pero los proyectos de envergadura y a largo plazo hay que pensarlos bien. El momento adecuado ha sido ahora.
¿Por qué quedarse en Estepa?
Decidí quedarme porque creo que hacía falta alguien para la moda nupcial y de fiesta a medida. Mi atelier ya lo tenía allí y como paso natural sentí el abrir un punto de venta, un escaparate. Barajé varias opciones y pensé que era el lugar adecuado para conseguir mis objetivos.
¿Cuáles son?
Espero convertirme en referente de la moda nupcial en mi comarca. Vamos a diferenciarnos por esa costura a medida, atención exclusiva, ese mimo… Hablar con las novias tranquilas y llorar si hace falta, hablar, imaginar el vestido. Lo que yo vivo con las novias a medida no está pagado. Se me ponen los pelos de punta.Te fijas en espejos que están por encima de ti y veo a los que admiro como Antonio García o Roberto Diz. Los dos tienen en común ese trato especial, te hacen soñar despierta, y eso quiero hacer yo con mis clientas, que tengan confianza ciega, que les encante lo que vean cuando se miren al espejo.
En su boutique podemos encontrar otras marcas
Cuento con dos firmas de complementos de dos personas fantásticas. Nucca de Ana Casquete y la joyería arquitectónica MyHo de Miriam Hurtado, las dos de Sevilla. Desde el principio cuando ví que el proyecto tomaba forma supe que quería su apoyo. De moda masculina he traído la marca de Alfred Besora The Duke, también amigo. No es que sea un espacio multimarca, son firmas que complementan a Balbina Arias.
Los precios que se manejan ahora en la costura a medida hacen que más clientas se puedan acercar
¿Cree que la costura a medida está tomando fuerza de nuevo?
Sí, totalmente. A mis clientas se lo recuerdo, estoy muy contenta porque yo vivo de esto, parte de mi trabajo es que la costura a medida resurja. Yo me planteé muchos caminos en la moda pero quería éste, esa vuelta de la confianza de la gente para en determinadas ocasiones, no solo fiestas o bodas, acercarse al taller. Está volviendo a ponerse en la balanza más la calidad, cuando durante mucho tiempo solo importaba la cantidad. Esta dualidad de la moda rápida y la costura a medida. Los precios que se manejan ahora en la costura a medida hacen que más clientas se puedan acercar y eso ha ayudado mucho.Por ética y por mi pasado, considero que la costura a medida es muy importante, en todas mis etiquetas pone hecho en España y lo llevo por bandera.
¿Qué le inspira hoy?
Estoy muy inspirada por la sensación de inmensidad. La astronomía me gusta mucho y estoy sensible con lo pequeños que somos y a la vez preciosos en la inmensidad del Cosmos. Eso me llama mucho la atención, tengo en la mente la reflexión de Carl Sagan y la imagen de la Tierra como un puntito azul pálido a seis mil millones de kilómetros.
¿Cómo se traduce eso en un diseño?
Se puede convertir en un vestido de muchas maneras. Por ejemplo, uno de mis puntos fuertes es la estampación, también se podría por formas, texturas, imágenes… Todo puede trasladarse. Al final la moda es algo muy esponja, es una de las especialidades artísticas que mejor recoge diferentes inspiraciones.
¿Seguirá haciendo colecciones y desfiles?
Pienso seguir en la misma línea, sacar una temporada de primavera-verano y con la boutique puedo seguir creando y haciendo pequeñas colecciones cápsula. Emocionalmente hablando un desfile es muy importante, no es sacar unos vestidos, yo me lo planteo como una expresión artística. La última la presenté de forma muy personal e íntima en una sala de danza y fue una experiencia maravillosa con poetas que recitaban… Los desfiles son necesarios y muy importantes, te mantienen en el candelero, es un gran desembolso y tiene que estar por encima la rentabilidad en imagen y comunicación. Cuando creas una colección, el cuerpo te pide un desfile, está íntimamente ligado.