«Sí, Mantilla» se ha convertido en uno de los actos de moda más inspiradores del año. Esta iniciativa que comenzara hace tres ediciones la asociación de diseñadores Qlamenco toma fuerza con el apoyo institucional de Ayuntamiento de Sevilla en esta Semana Santa 2021. En el segundo año consecutivo sin procesiones, el Consistorio ha querido colaborar con DobleErre en la organización de este desfile-performance de mantillas de luto por las calles de Sevilla durante la mañana del Viernes de Dolores.
¿Por qué inspirador? Por su forma de enaltecer y fomentar la tradición de vestir de mantilla, pero también por querer actualizarla, llenarla de creatividad y nuevas versiones de seguirla. En ese sentido los diseñadores Antonio Gutiérrez, Atelier Rima, Yolanda Rivas, Gil Ortiz, Francisco Tamaral, Carmen Latorre, Fina Estampa y mantillas de Juan Foronda.
Al evento han acudido el Teniente Alcalde Delegado del Área de Economía y Comercio, Francisco Páez; la empresaria Raquel Revuelta, directora de DobleErre, Pedro González, presidente de Qlamenco y los diseñadores participantes. En la Plaza de las Cruces, para el comienzo del recorrido, han contado con el acompañamiento musical del quinteto de metales Air Brass Quintet.
Evolución del look de la mantilla
«Demuestran que la moda también tiene cabida en los protocolos más tradicionales. Así, reinterpretan el clásico vestido negro con guiños de la moda actual, respetando los cánones que marca la tradición del Jueves y Viernes Santo», explican desde la organización.
«Para el diseño de mi vestido hemos tenido en cuenta algunos de los elementos del vestido de mantilla tradicional como son el largo, que no tenga escote, que sea negro,… Pero también hemos introducido algo nuevo como el estampado de pata de gallo negro en terciopelo, botones con perlas que recuerdan a los pendientes y broches y cintura ceñida con un cinturón fino. Es clásico, pero con detalles que lo diferencian como las mangas farol con una pequeña banda de lentejuelas pequeñitas también negras», nos explica Antonio Gutiérrez, uno de los diseñadores participantes.
Juan Foronda nos explica que a aunque las ventas no están siendo las de un año de Semana Santa habitual (con procesiones), sí que ha notado un aumento del interés en los últimos días. «Me ha llamado la atención que son muchas jóvenes las que se acercan a la tienda por primera vez para vestirse de mantilla, también abuelas que inculcan a sus nietas esta bonita tradición que no debemos perder», cuenta a Bulevar Sur.
El exclusivo proyecto La Mantilla, Sevilla del dolor a la alegría tiene como objetivo principal hacer un homenaje a la mantilla a través de un recorrido por los dos momentos de mayor exaltación de esta prenda artesanal. La Mantilla negra, sinónimo de luto y recogimiento, tan característica de la Semana Santa. Y la mantilla blanca, símbolo de alegría y júbilo presente en otro tipo de ceremonias como las bodas, los enganches en la feria, etc.
El manifiesto de Lina
Rocío y Mila Montero, directoras de la firma de moda Lina 1960, han lanzado un manifiesto con el que animan a las mujeres a vestirse de mantilla esta Semana Santa.
«Este año, más que nunca, ¡Ponte la Mantilla! Desde Lina 1960, animamos a todas las mujeres a que se vistan de mantilla esta Semana Santa con toda ceremonia, por numerosas razones.
- Todo lo que ha ocurrido durante el 2020 y lo que llevamos del 2021 ha hecho que miremos hacia nuestro interior, hacia nuestras raíces y hacia las cosas esenciales de la vida. La pandemia ha supuesto una revolución en muchos aspectos. Nos ha cambiado la perspectiva. Debemos vivir y aprovechar al máximo nuestro presente y todo lo bueno que hay en él. Porque en Sevilla las mantillas no acompañan a ninguna Hermandad, y aunque no habrá procesiones por las calles, será Semana Santa. La mantilla se viste en señal de respeto y de luto. Puedes visitar los templos, los sagrarios y acudir a los Santos Oficios.
- Porque la imagen de la mujer vestida de mantilla es una preciosa manera de realzar y de poner en valor la personalidad femenina con discreción.
- Porque es una manera de valorar a nuestras familias y sus costumbres. Esa herencia familiar que supone el ritual de vestirse de mantilla y lucir, quien tenga esa suerte, los objetos que han pertenecido a nuestros antepasados. Es nuestro patrimonio del que debemos sentirnos orgullosos y queremos mostrarlo.
- Porque es una manera de expresar nuestros sentimientos, ahora que podemos, de la forma tan característica que tenemos en nuestro país y en concreto en nuestra región y ciudad. Este año no hay excusas. No habrá mejor ocasión. ¡Vistámonos de mantilla!», Rocío y Mila Montero, Directoras creativas y ejecutiva de Lina 1960.