Es uno de los grandes retos de muchas mujeres. Andar con tacones durante muchas horas, sin sufrir dolores de pies y espalda. Algunas lo sufren más que otras, pero -como en todo- hay una técnica detrás de este complicado asunto. Y si hay alguien que puede dar un taller formativo sobre cómo andar con tacones esa es la modelo sevillana Mercedes Muñoz.
Ella que ha trabajado como modelo en los cinco continentes y que ahora se dedica también a formar a las futuras jóvenes que triunfarán sobre las pasarelas en la agencia Doble Erre nos cuenta qué debemos saber antes de calzarnos los tacones y también qué hay que tener en cuenta cuando te los pones.
«Cuando llegan las chicas al taller suelen tener vergüenza, intento que la pierdan y les pido que caminen tal y como lo harían», comienza explicando Mercedes Muñoz. Entonces comienza a observar cómo pisan, cómo colocan el cuerpo, etc. «Cada uno tenemos una forma de andar, uno echan los hombros hacia adelante, o hacia atrás, meten una rodilla… tenemos muchas manías».
Tras una conversación con la modelo, Bulevar Sur ha creado esta lista de consejos para andar con tacones con estilo y de forma saludable.
- Ser consciente del peso de tu cuerpo. «Recomiendo que el peso vaya sobe la parte más ancha del pie, la delantera. Si dejas caer todo el peso sobre el tacón, dependes solo de él y de la base que puede llegar a ser muy fina. Si sitúas el peso como si estuvieras andando de puntillas, la seguridad y la base son mayores. Llevar todo tu peso al talón donde está el tacón puede hacer que te tambalees con más facilidad».
- Gran importancia de la colocación de los hombros. «La gran mayoría echa los hombros hacia adelante. Poner los hombros derechos no significa que saquemos pecho, se trata de un movimiento circular del hombro que rota y que lo coloca correctamente, inevitablemente sale pecho, pero no se saca por sí mismo».
- Practicar en casa. Cuando somos conscientes de lo que hacemos mal al andar con tacones es muy importante practicar para trabajar esa memoria muscular y rectificarla. Mercedes nos recomienda esa conocida técnica de andar con libros en la cabeza para trabajar la postura del cuerpo y evitar los saltitos. También nos cuenta una que ella realiza en las clases: «pongo a las alumnas a andar con un bolso en cada mano y les pido que imaginen que son cubos de agua de los que no se puede caer el agua, así tiras del peso de tu cuerpo hacia abajo, es complicado pero si se trabaja se puede rectificar».
- Aprovechar las modas positivas: «Ahora con las plataformas, por ejemplo, pero en su momento cuando se llevaban los tacones de ‘chúpame la punta’ nos destrozamos los pies. Los tacones actuales de punta fina no se bajan de 12 centímetros, una tendencia muy alta».
- El tacón ideal: es una combinación entre altura y base. 7 centímetros de día y 10 de noche.
- La postura de la cadera es una cuestión más de pasarela y del tipo de moda que desfiles. Para andar por la calle cada uno tiene su contoneo y forma parte de su personalidad siempre que no haya exageraciones ni movimientos raros.
- Tacones doblados hacia un lado u otro: signo de que no apoyas bien los pies. «Cuando al andar apoyas primero un lado del pie y no la base completa conseguirás que los tacones se adapten a esa forma de caminar. Cuando llegas a casa y te quitas los tacones, ponlos en el suelo y míralos. Si no están perpendiculares al suelo es que apoyamos mal el pie. Puede ser que sea porque tienes poco puente o un problema físico, pero también puede ser resultado de una manía que se corrigen teniendo conciencia».
- Músculos y articulaciones que trabajamos y forzamos con los tacones. El soleo, gemelo y tibial son los músculos que más sufren con estos centímetros que tanto nos estilizan. Por otro lado, los tobillos y rodillas también son clave cuando andamos con tacones porque nos ayudan a conseguir ese equilibrio fundamental. Trabajar estos músculos y reforzar las articulaciones con estiramientos y calentamientos no está de más y siempre conseguirán que los dolores se reduzcan.
Trucos para andar con tacones
Para evitar rozaduras indeseadas, ampollas, etc no hay nada como el stick antifricción de Compeed. Utiíizalo antes de ponerte los tacones en todas las zonas que creas que pueden causarte problemas (tiras, filos, etc). Es una crema incolora y que no mancha que podrás usar con cualquier tipo de calzado.
Las almohadillas plantares de Scholl ayudan a amortiguar y minimizar la presión aplicada en la zona plantar. Es especialmente útil para las personas que por su forma de caminar suelan tener molestias en la planta del pie y las que utilizan tacones durante muchas horas (su nombre ya lo indica… «Party feet», pensando en cuando salimos de fiesta y los tacones nos «fastidian» esta zona del pie).
La almohadilla de gel se encarga de amortiguar y repartir el peso sobre una superficie más amplia, evitando así aplicar tanta presión en la planta del pie. Tienen una zona adhesiva que se ubica en la zona del talón del zapato, y con una superficie antideslizante para quedarse firmemente fijada en el zapato.
Para cuando ya tienes la ampolla te recomendamos Compeed ampollas extreme porque su «avanzada tecnología hidrocoloide actúa como una segunda piel formando un gel protector que alivia el dolor al instante y evita la fricción, a la vez que crea un entorno óptimo para favorecer el proceso de curación». Permanecen en su lugar sin moverse durante varios días para favorecer la cicatrización y, a la vez, te permiten llevar cualquier zapato sin dolor.