Estos populares limpiadores de silicona conocidos como «brush egg» son tan sencillos como efectivos a la hora de limpiar las brochas de maquillaje. Eso sí, a diferencia del primer dispositivo, el proceso es todo manual (y, por supuesto, no secan). Al frotar el pelo de las brochas mojadas e impregnadas en jabón contra su superficie rugosa conseguimos eliminar el maquillaje impregnado en nuestras herramientas. Su material resulta muy higiénico y son muy económicos, con lo que se convierten en un accesorio imprescindible para el cuidado de las brochas de maquillaje.