La diseñadora Clare Waight Keller, directora creativa de Givenchy, fue la encargada de diseñar el primer vestido de novia de Meghan Markle. La actriz americana fue la novia de la boda real del 2018, la duquesa de Sussex y esposa del príncipe Harry. Un diseño marcado por las líneas simples y minimalistas que dejaban protagonismo a la impresionante tiara y al menos es más.