No es un camisón ni un salto de cama, es el vestido con el que siempre triunfarás. Pocas prendas resultan tan femeninas como las de aires lenceros, muy de tendencia en los últimos meses a pesar de que siempre han estado ahí. Tanto lisos o de tejidos más suntuosos para la noche, como de frescos estampados y de algodón para el día, siempre resultan acertados.