El camino de España hasta la final ha sido complicado. Derrotas dolorosas que pusieron muy cuesta arriba un oro que ahora parece al alcance de la mano y es esa posible relajación de verse favoritos casi por primera vez en el torneo la que tiene que evitar la selección. Un peligro que no es el único, ya que los lituanos son un conjunto rocoso cargado de dificultades.