Aquella Semana Santa de... 2004
La Semana Santa de 2004 quedó marcada para la historia por la celebración del Santo Entierro Grande y porque, en la Madrugada, sólo salió la Esperanza de Triana. El Domingo de Ramos, el Lunes, el Martes, el Miércoles y el Sábado Santo fueron completos; pero la lluvia traicionó a las cofradías del Jueves y Viernes Santo.

La Borriquita volvió a salir de la Anunciación, al igual que el Amor, ya que el Salvador estaba cerrado.

Niños de lla Borriquita, en el interior de la Anunciación

La Virgen de Gracia y Esperanza saliendo de San Roque con el palio antiguo que fue sustituido años más tarde. El Domingo de Ramos fue una jornada perfecta, tan sólo manchada por la pelea que causó carreras a primera hora de la tarde en Javier Lasso.

El misterio del Beso de Judas por la calle Santiago. Por aquel entonces, el Señor aún iba sobre las antiguas andas.

El misterio de San Gonzalo estrenó el dorado del paso, tallado por Guzmán Bejarano

El Martes Santo se resarció del año anterior, en el que sólo completó su estación de penitencia el Dulce Nombre. En la imagen, nazarenos de la Candelaria.

Santa Cruz recuperó el misterio con la Virgen de la Angustia a los pies del Cristo de las Misericordias. En la imagen, por la calle Mateos Gago.

El Dulce Nombre compartió el protagonismo de la jornada con las compañeras del día, ya que el año anterior fue la primera en completar su estación de penitencia en la Semana Santa.

El Cristo de la Salud de San Bernardo por el barrio, en una calle repleta de gitanillas en los balcones y azahar en los naranjos

Como siempre hacía, el cardenal Amigo acompañó a su hermandad del Buen Fin durante su salida. También le acompaña el padre Manuel Soria.

La rotura de un varal obligó a cambiar el itinerario a la hermandad del Cristo de Burgos, ya que el palio tuvo que ser reparado en la misma puerta de San Pedro durante varios minutos.

Un clásico de la Semana Santa. Manuel Ruiz de Lopera, por entonces presidente del Betis, junto al entrenador Víctor Fernández, en el balcón de la calle Sierpes.

El palio de la Virgen de las Lágrimas de la Exaltación saliendo desde Santa Catalina, el penúltimo año que pudo hacerlo antes de su cierre. Aquel año, la hermandad tuvo que soportar un tremendo aguacero de regreso de la Catedral.

La Quinta Angustia salió, pero tuvo que volverse cuando llegaba a la Campana por culpa de un aguacero que cayó en torno a la media tarde. Las Cigarreras y Montesión se quedaron en la Catedral. El Valle y Pasión no salieron; y, Los Negritos y la Exaltación, soportaron la mojada de regreso al templo.

Ésta era la imagen que presentaba el Palquillo de la Campana durante la Madrugada lluviosa de 2004. Una a una las hermandades fueron suspendiendo la estación de penitencia, pero siempre quedaba la Esperanza... que aquel día estuvo en Triana.

Nazarenos de la Macarena apesadumbrados al no poder realizar la estación de penitencia. La Macarena, aquel año, no salió, después de décadas sin suspender su estación de penitencia.

Músicos de las Tres Caídas esperan en la Calle Castilla con optimismo la salida de la Esperanza de Triana.

La Esperanza de Triana fue la protagonista absoluta de la Madrugada. Fue la única que salió, arriesgando, tirando una moneda al aire que finalmente salió cara y pudo completar su estación de penitencia.

El Viernes Santo se truncó en torno a las cinco de la tarde. En la imagen, nazarenos del Cachorro refugiándose en la Magdalena.

El Cachorro dentro de la Magdalena, junto al Cristo del Calvario, ya que tuvo que refugiarse por la lluvia.

El Viernes Santo se arregló a última hora de la tarde y permitió la salida de Montserrat.

La gran imagen de la Semana Santa fue el Santo Entierro Grande que se organizó. Fue un Sábado Santo perfecto, soleado y repleto de público. En la imagen, los misterios de Montesión, San Gonzalo, la Amargura y San Esteban por la Avenida.

El misterio de la Amargura, sin música y exornado con lirios, por la Avenida de la Constitución. Aquella jornada al misterio le tocó la banda de San Juan Evangelista, que se estrenaba detrás de un paso en Sevilla, ya que las Tres Caídas acompañó a la Trinidad.

El Señor de Pasión salió a plena luz del sol durante el Santo Entierro Grande. Lo hizo desde la iglesia de la Misericordia, ya que el Salvador estaba en obras por aquel entonces.

Otra imagen del Santo Entierro Grande. Los misterios de San Isidoro, Siete Palabras y Santa Cruz en la Avenida.