La aldea natal de Gabriel García Márquez, que inspiró el territorio de Macondo, no tiene agua corriente, ni calles pavimentadas. Sigue siendo un estado de ánimo, un lugar perdido y perfecto para las estirpes olvidadas
Techos de zinc en calles sin pavimento, Aracataca es un lugar olvidado
La escuela Montessori, donde Gabo estudió las primeras letras
La mayoría de los niños desconocen las obras de García Márquez
Esta es la clase en la que Gabo estudió, a la que acudía cada día
Los actuales alumnos de la clase, disfrazados
Gabo dejó escrito que estudiar le entusiasmaba
Un holandés, Tim Aan't, trató de poner una ruta turística sobre Gabo en Aracataca. Sin éxito
Tim nos muestra la casa museo del escritor
Más de 300.000 dólares costó la reforma de la casa natal de Gabo en Aracataca
Está llena de citas y recuerdos de la familia, pero apenas recibe turistas
Citas de sus memorias
El comedor no tiene quien lo habite
El escenario mil veces evocado en Macondo
En Aracataca un 16% de la población es analfabeta
Un visitante a la casa
La catedral de la plaza central
La casa del telegrafista, donde el padre del Nobel trabajaba
Los trenes olvidados de Aracataca
La presencia del escritor en la aldea aumentó con una visita en 2007
El tren, junto con el río, la única manera de atravesar la selva que circunda Aracataca
Junto a la estación
Calles de Aracataca
Casas de una aldea que en el libro de Gabo tenía 300 habitantes