Las curiosas imágenes de San Isidro... en el siglo XIX
ABC conserva fotografías de la fiesta celebrada en la pradera madrileña en honor a su patrón, fechadas incluso en 1890

La pradera de San Isidro, en 1896, en plena fiesta del patrón madrileño.
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«Chulos» y «chulapas», bailando cerca de la Ermita del Santo, en la fiesta de San Isidro de 1890. En estas fiestas se celebra que el 15 de mayo de 1622, un campesino llamado Isidro elevó, según cuenta la tradición, el agua de un pozo para rescatar a su hijo del interior, convirtiéndose así en santo campesino (por su profesión) y, simultáneamente, en el patrón de Madrid
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La pradera de San Isidro, en la fiesta del patrón madrileño, en los últimos años del siglo XIX. La fiesta fue perdiendo su arraigo religioso, pasando a ser protagonistas la romería y las verbenas, la limonada, los barquillos, las rosquillas del santo y el eminente chotis «agarrao», popular desde que en este siglo XIX los «majos», «chulapas» o «chulos» organizaran bailes en los barrios obreros
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Últimos años del siglo XIX, en una vista general del bulliciosa pradera de San Isidro, durante la fiesta del patrón madrileño. Existen cuadros de Francisco de Goya representando la popularidad de día de un siglo antes
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La fiesta de San Isidro de 1899. Ya era costumbre ir en romería a beber el «agua del santo» que brota en un manantial anexo a la Ermita del patrón madrileño
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Otra imagen de San Isidro, en 1899, el día de la fiesta del patrón, en la que ya se acostumbraba a merendar en la pradera si el tiempo lo permitía
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Una estampa del día de San Isidro, en la pradera madrileña, en 1900. La fiesta pasaba afactura al final de la tarde
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La explanada de San Isidro, llena de «chulos » y «chulapas», el día de la fiesta del patrón de 1900
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La explanada llena de madrileños el día de la fiesta de su patrón, el 15 de mayo de 1900. El cuadro «La pradera de San Isidro», pintado por Goya en 1788, es un ejemplo de la importancia que adquirió esta celebración en el pasado. Veinte años después esta ermita recibió la ocupación de los franceses en la que desaparecen numerosos objetos donados por los reyes
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