OPINIONES
El Disparate: «¿Qué fue antes el huevo o la gallina?»
«La carta no es extensa, rozando la veintena de platos con unos aires mediterráneos que a estas alturas me parecen hasta innovadores»

A todos los que seguimos la actualidad gastronómica sevillana nos entristeció que el pasado 18 de junio uno de los establecimientos emblemáticos de la ciudad como era El Gallinero de Sandra cerrase sus puertas. Un restaurante que casualmente yo había reseñado un par de meses atrás en estas mismas páginas. Pero no se cierra una puerta sin que se abre una ventana y en este caso la ventana se llama El Disparate, la propuesta gastronómica del hotel «The Corner House» en la Alameda donde han decidido invertir todos sus esfuerzos los antiguos dueños de El Gallinero, Nacho y Sandra.
El Disparate es un gastrobar que se emplaza en el lobby del hotel, con aire informal, juvenil casi. Recibió este año el premio Gurmé a «mejor bar de cocina creativa» por parte del público, lo que denota la alta estima que se le tiene en la ciudad.
Es una cocina actual, casual, con algunos platos heredados de El Gallinero. La carta no es extensa, rozando la veintena de platos con unos aires mediterráneos que a estas alturas me parecen hasta innovadores. La bodega también destaca, sobre todo por tener opciones más interesantes de lo que sueles encontrar en conceptos similares.
Empieza la comida con una sopa fría, en este caso un ajoblanco de coco con mojama y uva , elegante y refrescante, perfecto para comenzar. Una preparación que ya vino diidida individualmente a la mesa, fino detalle del servicio de sala.

Seguimos con uno de los platos icónicos, no sólo de esta casa, sino para mí de Sevilla. Los huevos estrellados el Gallinero de Sandra , fueron un emblema de su antigua casa y aún los mantienen aquí. Excepcionales, mis favoritos de entre los que he probado.

También, cómo no, influencias levantinas, de donde procede Nacho, con una coca margarita con sarda y queso payoyo . Una masa buenísima, que hace muy etéreo y a la vez sabroso este plato.

Termina la parte salada con la fideuá de atún rojo y alioli , otra de las especialidades de la casa, como sus arroces, aunque en esta ocasión no había, ya que suelen tenerlos fuera de carta.

Este pequeño establecimiento se ha convertido en uno de mis sitios favoritos de Sevilla para hacer una comida informal, sin mayores pretensiones. Reúne muchos puntos a favor y aunque no soy un gran aficionado de los restaurantes en los lobbies de hotel, han conseguido que éste se integre bastante bien. Además de una cocina de alto nivel, sala y bodega acompañan para redondear una oferta brillante. Aunque se fue El Gallinero, siempre nos quedará El Disparate.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete