Pruebas de resistencia para móviles

Nos hemos sentado encima de ellos mientras los llevábamos en el bolsillo de atrás del pantalón, se nos han caído al suelo desde la mesa, se meten en el bolso junto a barras de labios, llaves y todo tipo de objetos… y sin embargo, siguen vivos. No es cuestión de magia. Las grandes empresas hacen unos exhaustivos controles de calidad de los teléfonos, de resistencia y de desgaste por el uso, para garantizar que el cliente no se va a encontrar con un móvil roto en cuanto sufra el primer percance.

De hecho existe una categoría denominada Resistencia IP que mide la resistencia de los móviles frente al efecto de la exposición a polvo y a líquidos, y aunque no es un dato del que se hagan eco los medios al reflejar sus características, puede ser un valor útil si eres de esos con las manos lacias a los que se les cae todo. A continuación os vamos a comentar algunos de los test a los que se someten los smartphones en las grandes compañías.

Uno de los inquietantes tests de rotura a los que se somenten los móviles

• Test de torsión: Se somete al móvil a una torsión para comprobar en qué punto se parte la pantalla.
• Test de caída: Se lanza desde una altura de entre 1 a 2 metros para ver los efectos.
• Test frente a gotas: Para estudiar si son resistentes a los efectos de gotas de agua.
• Test de agua: Se sumerge en agua para comprobar cuanto tiempo tarda en dejar de funcionar.
• Test calorífico: Con él se intenta averiguar cuánto tarda en afectar el calor y la subida de temperatura a los componentes internos.
• Test de pulsaciones: Se somete a los botones de los terminales a burradas de clics -en el vídeo veremos como pulsan el botón central de un Samsung hasta 200.000 veces- para comprobar que no se deterioran con el uso.
• Test de presión: Los orientales son únicos a la hora de hacer pruebas, y esta es de lo más divertido de ver, como también podréis comprobar en el vídeo. En Samsung han creado un trasero artificial -sí, unas nalgas perfectamente diseñadas- conectadas a un robot que se sienta encima de los teléfonos una y otra vez, para ver si estos soportan la presión.
• Test frente a rayado: para comprobar que nuestras queridas pantallas de hasta cinco pulgadas no se arañan ni se rayan fácilmente, se introducen los terminales en unas máquinas que les dan vueltas y más vueltas junto con un montón de piedras y se comprueban los efectos.
• Test de productos químicos: Se rocían los móviles con diferentes sustancias químicas corrosivas para comprobar si se deterioran fácilmente.

Y si a pesar de que nuestros móviles son cada vez más más fuertes y se someten a pruebas más duras eres de esos a los que un teléfono les dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio, te aconsejamos que mires una noticia que publicamos hace poco, móviles extremos para deportistas y aventureros, donde verás una serie de terminales que soportan que te los lleves hasta los confines del mundo.