Hace un tiempo, no tan lejano como parece ahora, los cuartos de final eran un techo insuperable para España en las citas internacionales. Aunque la barrera de los ocho mejores se hizo mítica por la selección nacional de fútbol, el baloncesto español también la sufrió hasta la llegada definitiva de la generación de oro a las medallas.
España solo ha superado la eliminatoria de cuartos de final, la misma quejuega hoy contra Francia, en una ocasión: fue en el Mundial de Japón 2006 contra Lituania, una victoria cómoda para el equipo dirigido entonces por Pepu Hernández, embalado hacia su primer y todavía único campeonato del mundo.
Hace cuatro años España sufrió una de sus derrotas más dolorosas en esta ronda, con el triple de Teodosic que eliminó a la selección de Scariolo (sin Pau Gasol) de la lucha por las medallas. Esta generación también sufrió otro duro golpe en cuartos de otro Mundial en Indianápolis 2002, cuando la Alemania de Dirk Nowitzki eliminó a una joven España que quería empezar a asomarse a las medallas. Los teutones colapsaron el ataque de España mientras que Nowtizki –MVP de aquel campeonato– anotó 20 puntos en el otro lado para enterrar a la selección.
En 1998, la España «pre-juniors de oro» perdió con la anfitriona Grecia en la misma ronda maldita, un resultado honroso para un equipo que tenía muchas menos expectativas que el actual. Sobre todo porque ni en Canadá en 1994 ni en Argentina en 1990 consiguió la selección llegar a cuartos de final, parte de los años más oscuros del equipo nacional.
En España 1986, todavía vigente el equipo de plata de Los Ángeles '84, no había ronda de cuartos de final sino una fase de grupos que incluía a diez equipos y que daba acceso a semifinales. Una derrota contra Brasil dejó a España fuera de la lucha por las medallas. El resultado, un familiar quinto puesto (también fue el resultado en Filipinas en 1978) que empeoraba el cuarto logrado en Cali en 1982, la segunda vez en toda la historia que España consiguió meterse entre los cuatro mejores del torneo mundial.
A estas derrotas hay que sumar dos partidos olímpicos, donde curiosamente España ha superado más a menudo los cuartos de final que en la cita mundialista (cuatro veces: Moscú '80, Los Ángeles '84, Pekín '08 y Londres '12). La inesperada victoria de Australia sobre la selección de Díaz-Miguel en Seúl '88 y, sobre todo, el Estados Unidos-España de Atenas 2004.
A aquel partido España llegó invicta ante un equipo americano muy débil, pero Stephon Marbury cortó los sueños de Gasol, Navarro y compañía de besar la gloria olímpica por primera vez. Aquellos tiempos en los que España parecía bloqueada con los cuartos de final ya no son más que un recuerdo ahora que la selección es absoluta favorita para, al menos, llegar a la final del Mundial, pero conviene no olvidarlos: sirven para poner en conveniente contexto al equipo actual.