Acabó el duelo con un feliz resultado para España. El triunfo ante Senegal, plácido en el marcador, no lo fue tanto para los jugadores, que tuvieron que dejarse la piel en la cancha. Literalmente. Los africanos exigieron el máximo a la selección, que acabó con varios de sus integrantes tocados tras el partido. "Todos los jugadores han acabado con golpes", confirmó Juan Antonio Orenga, que confía en que "en cuatro días hay tiempo de sobra para recuperarlos".
El problema para el seleccionador lo dejó el propio Pau Gasol, que nada más acabar el encuentro dijo ante los micrófonos que no estaba a tope físicamente. "Estoy tirando, luchando. Espero estar el cien por cien para el partido del miércoles", apuntó, sembrando dudas sobre su participación en el duelo ante Francia.
Pau se fue de los primeros al banquillo en el primer cuarto. Lo hizo con cara de circunstancias y sólo volvió a la cancha después de que Jenaro Díaz, asistente de Orenga, le dijera a éste que tenía el visto bueno del jugador. A los trece puntos que había anotado Gasol en ese primer tramo de partido, apenas añadió otros cuatro en el resto del encuentro, en el que acabó disputando 24 minutos.
La buena noticia para él, como reconocía Orenga, es que por primera vez en el campeonato hay tiempo más que de sobra para recuperarse. Cuatro días, hasta que el miércoles la selección salte de nuevo al Palacio de Deportes para enfrentarse a Francia en los cuartos de final.