36 horas después de la derrota sufrida por la selección ante Francia, el presidente de la Federación Española, José Luis Sáez, (FEB) ha aprovechado para hacer balance de la participación del equipo en la Copa del Mundo, en la que «no se ha conseguido el objetivo marcado», aunque para tomar decisiones más drásticas prefiere esperar unas semanas, para analizar la situación de manera global.
«Me niego a hablar de fracaso. Es más una decepción, una frustración grande. Nos hemos caído, pero ya nos estamos levantando», apuntó. El principal debate tras la eliminación está en la figura del seleccionador, Juan Antonio Orenga, al que Sáez prefiere no culpar de manera directa. «No sería justo y sería un cobarde si focalizara en Orenga todo el fracaso. No he hablado de dimisiones con Orenga. No es el momento. Simplificar los temas y focalizarlos en alguien es un error. Hay que ver en qué parte se puede mejorar y analizar en qué se ha fallado antes de tomar una decisión», señaló.
«Hemos pasado de jugar muy brillante a jugar un mal partido en cuartos, pero había las mismas razones para el buen juego de la primera fase que en el mal partido ante Francia», apuntó el dirigente para justificar la derrota contundente ante los galos.
Sáez tomará una decisión cuando termine el Mundial femenino, momento en el que la Federación bajará el telón y «con una visión global y perspectiva tomaremos una decisión en todos los sentidos». Se refiere, sobre todo, a la figura de Orenga, la más discutida y al que muchos señalan como culpable por la derrota. Una visión que no comparte Pepe Sáez, que agradece y culpa a todos –jugadores y cuerpo técnico– por igual.
«Claro que he hablado con Orenga. La primera visión con Juan es la de después del partido y fue muy frustrante. A la mañana siguiente no había podido dormir y me llamó para ver cómo dábamos explicaciones y demás. Yo les dije, tanto a él como a los jugadores, que ahora que había que desintoxicarse y dejar a los que estamos aquí para estos asuntos. Habrá tiempo para tener un rato más sosegado y mejor análisis», añadió el dirigente, que confía en «salir más fuerte de la crisis, porque el baloncesto no terminó con el partido de cuartos». Respecto a las palabras de Navarro al final del partido, en las que aseguraba que no se había preparado bien el partido, el presidente de la FEB apuntó que el capitán ya las había matizado, pero que prefería no desvelar el contenido de esa conversación mantenida en el vestuario.
De cara al futuro y la clasificación para los Juegos de Río, Sáez confía en contar de nuevo con todos los jugadores, aunque ese compromiso aún no es firme. «Hay palabras, miradas, conversaciones... pero nadie puede hablar del futuro tras un momento tan duro. Nos gustaría que estuvieran todos, claro, pero no es el tiempo de hablar de eso», afirmó. «Aún no he escuchado a ninguno decir en ningún momento que iban a dejar la selección, tampoco se lo he escuchado ahora. Una vez que el mazazo está, espero que nos puedan acompañar», concluyó.