Siempre agazapado tras la figura de jugadores más determinantes, a Nico Batum no le queda otro remedio que erigirse en el líder de Francia en este Mundial en el que Parker y Noah se han quedado en casa. El alero de los Blazers, un prodigio físico, tiene todos los mimbres para brillar en la Copa del Mundo.
Buen penetrador, sabe sacar ventaja de las entradas a canasta, aunque le falta encontrar a sus compañeros con más facilidad. Además, aunque ha mejorado el lanzamiento, no es un hombre fiable en la larga distancia, en la que tiene que trabajar más.
En defensa, mantiene el tipo de un equipo como Francia que destaca en esa faceta. Habrá que ver si mantiene la regularidad durante todo el campeonato, ya que el francés suele dispersarse por momentos en alguno de los partidos de los torneos largos.