Colombia celebró con mucha alegría el éxito de Costa Rica frente a Italia (1-0), que se sumaba al 3-1 que los «ticos» endosaron a Uruguay. La razón es que el colombiano Jorge Luis Pinto dirige al pequeño país centroamericano en un grupo D, el de la muerte, en el que constaban como cuarto candidato. Uruguay e Italia se han quedado boquiabiertas ante la relevación del torneo. Ahora, mañana, Inglaterra se verá las caras con este grupito de jóvenes encabezado por Pinto que juega bien, ataca, es eficiente en el remate y defiende como si fueran italianos.
Costa Rica eliminó ya a los ingleses y su andadura es admirada en todo el mundo y seguida con detalle por los colombianos, porque su compatriota Pinto brilla con ese equipo tan modesto.
El argentino Pekerman es el seleccionador de Colombia. Es un hombre que también se siente colombiano, porque su relación con el país es grande. Por eso, este país sigue a las dos selecciones con ilusión.
«¡Pinto hace historia!», subraya la prensa colombiana, que ha llevado a esta nación a octavos de final por primera vez en un Mundial. Los colombianos se jactan de tener a otros dos entrenadores en el campeonato: Reinaldo Rueda, al mando de Ecuador, y Luis Fernando Suárez, responsable de de Honduras. Pinto es un orgullo para ellos, al mismo nivel que su propio equipo nacional.







