Después de la noche triste de Maracaná, a la selección española le queda todavía el martirio del intrascendente partido contra Australia, una agonía indigna de un equipo como este, un epílogo amargo y del todo inapropiado para el más memorable de los relatos. Pero el partido contra Australia importa muy poco, tan poco como el revuelo absurdo que se ha formado con unas declaraciones de Xabi Alonso en las que el madridista no ha hecho más que constatar lo que todo el mundo ha visto. Lo que importa es el futuro y respecto a ese futuro ahora mismo todo son incógnitas, la principal de ellas la continuidad del seleccionador.
[Lee el post completo]







