España, más que otra cosa, es sinónimo de victoria. Desde que Vicente del Bosque heredó el cargo de seleccionador de Luis Aragonés, estrenándose en un amistoso en agosto de 2008 con goleada en Dinamarca, el equipo únicamente ha perdido nueve partidos y ha empatado seis de 88, elevadísimo el porcentaje de victorias. De esas derrotas, cinco son en amistosos y cuatro en competiciones (dos en la Copa Confederaciones y dos en el Mundial), un dato que refleja la capacidad que tiene estos futbolistas para luchar a la hora de la verdad. Pero lo que más tranquiliza al cuerpo técnico es que después de un tropiezo, siempre se ha reaccionado. De hecho, España, con Del Bosque, solo ha estado dos partidos seguidos seguidos sin ganar. Fue en noviembre de 2011, cuando después de caer contra Inglaterra en Wembley se empató contra Costa Rica. No se acumulan dos derrotas (Suecia e Irlanda del Norte) desde 2007, en la fase de clasificación para la Eurocopa que después se conquistó.







