Arjen Robben, estrella de la selección holandesa de fútbol y rival de España en el primer partido del Mundial, este viernes (21.00 horas), ha decidido que sus hijos no viajen a verlo a Brasil por miedo a lo que les pudiera pasar durante su estancia en el país suramericano. «Las cosas no están tan calmadas como para poder decir: vamos a volar todos juntos allí diez días», explica el delantero en una entrevista publicada este miércoles en el diario alemán «tz».
El futbolista, de 30 años, está preparado para pasar mucho tiempo en el hotel durante el Mundial de fútbol que comienza este jueves. «Salir fuera y pasear tranquilamente con una camiseta naranja es algo que podemos olvidar», asegura Robben, .
Pese a ser ya un veterano, el delantero del Bayern Múnich se encuentra con fuerzas y asegura que el Mundial de Brasil no será la última gran cita futbolística de su carrera: «No, para nada. Continuaré». Robben ve con escepticismo la posibilidad de repetir la gran actuación de Holanda hace cuatro años en Sudáfrica, cuando cayó en la final ante España. «No nos encontramos entre los favoritos», reconoce el delantero.







