Extraño Mundial. Impredecible. La igualdad deparó muchas sorpresas. No había una selección líder en el planeta. La Italia de Cannavaro se encontró con un título inesperado. Venció a la defensiva, claro, al contragolpe, con una disciplina táctica muy seria. El central ex madridista, elegido entonces mejor jugador del mundo, levantó una copa que no tenía favorito. Los italianos superaron a la Francia de Zidane, que fue expulsado en el partido después de golpear con la cabeza a Materazzi, quien le provocó con insultos graves a Zinedine y su familia. Zizou picó en la trampa del leñero. Viejo cuento mil veces sucedido y siempre reiterado.
La primera fase se desarrolló sin grandes sorpresas. En el Grupo A, Alemania se clasificó invicta, junto a Ecuador. En el Grupo B, Inglaterra y Suecia pasaron a la fase siguiente con irregulares participaciones, al igual que Brasil en el Grupo F, en el que Australia y Croacia lucharon hasta el último momento para alcanzar el segundo cupo que obtuvieron los oceánicos.
El Grupo C, considerado como el grupo de la muerte, se definió fácilmente a favor de los experimentados combinados argentino y neerlandés. Sin embargo, el título de grupo de la muerte cayó finalmente en el Grupo E, donde italianos, ghaneses, checos y estadounidenses disputaron fieramente los dos cupos, que recayeron finalmente para la «azzurra» y los africanos.
En el Grupo D, Portugal y México avanzaron a los octavos de final, al igual que Suiza y Francia en el Grupo G. Y España y Ucrania en el Grupo H. En los octavos de final, la supremacía europea se hizo presente con Alemania, Italia, Inglaterra, Portugal y Ucrania, quienes se clasificaron junto a Argentina y Brasil.
La primera sorpresa de la ronda fue la eliminación de España ante Francia, que había tenido una complicada clasificación en la primera rueda. Con Ribery al mando, los galos vencieron por 3-1 a los españoles de Luis, que dijo con sabiduría: «Hemos aprendido la lección, dónde hemos fallado». Vaya si lo aprendieron. En 2008 ganaron la Eurocopa para nuestro país.
Aragonés emprendió en el Mundial 2006 la revolución que llevó a España al liderazgo universal. Relegó a Raúl, Albelda y Míchel Salgado para comenzar a dar entrada a los jugadores españoles bajitos y de calidad. Quiso explotar nuestra clase. Así llegaron el Munhdial 2010 y las Eurocopas de 2012 y 2008.
En cuartos de final Alemania se clasificó para las semifinales luego de derrotar por penaltis a Argentina, en un penoso arbitraje del eslovaco Lubos Michel a favor de los germanos. Inglaterra quedó fuera del torneo tras perder ante Portugal también por penaltis, mientras que Francia derrotó fácilmente a una disminuida selección de Brasil, que a pesar de todos los pronósticos, no mostró su alto nivel de juego a lo largo de todo el torneo. El único resultado que estaba dentro de las probabilidades fue la holgada victoria italiana sobre la debutante Ucrania.
Alemania e Italia se enfrentaron en semifinales en uno de los partidos más emocionantes del torneo. Cuando todo indicaba que ambos equipos irían a la definición desde los doce pasos, Italia logró un gol a los ciento dieciocho minutos que dejó agonizando a los alemanes, lo que permitió una nueva anotación un minuto antes del final. A pesar de la eliminación, el apoyo del público alemán al equipo se mantuvo hasta la definición del tercer puesto ante Portugal (3-1). Los lusos fueron derrotados en semifinales por Francia por un penalti lanzado por Zidane.
La final, disputada el 9 de julio de 2006 en el Olympiastadion de Berlín, enfrentó a Italia y Francia, reeditando así la final de la Eurocopa 2000 ganada por Francia. Los galos se pusieron en ventaja tempranamente con un penalti de Zidane, pero Marco Materazzi igualaría el marcador minutos después.
Francia, aunque dominó gran parte del partido, no logró derrotar al arquero Gianluigi Buffon. A los ciento diez minutos se produjo esa polémica acción: Materazzi insultó a Zidane y éste regresó donde el italiano, pegándole un cabezazo en el pecho, lo que provocaría su expulsión y posteriormente, una investigación realizada por la FIFA.
Sin su capitán, Francia se replegó y el partido terminó empatado el partido (1-1). En la tanda de penaltis, David Trezeguet erró su tiro, lo que le costó el campeonato. Así, Italia se coronó por cuarta vez como campeón mundial de fútbol.







