Actualizado Lunes, 27-07-09 a las 12:28
¿Error humano o malintencionado? Eso es lo que se debieron preguntar muchos españoles mientras disfrutaban de la retransmisión de la entrega de trofeos del Tour de Francia. En el momento en el que Alberto Contador estaba siendo coronado como nuevo rey de París sonó una música que en nada se parecía al himno de España. Por contra, fue el himno danés el que encumbró en la cima al madrileño, la misma que no ve subir a un francés desde hace 24 años.

El propio secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, quitó hierro al asunto al decir que fue "un error por el que ha habido todas las disculpas del mundo". Pero la indignación ya había comenzado. "En un primer momento estábamos sorprendidos y hemos visto la indignación lógica de los españoles que asistían a la ceremonia así que hemos pedido que lo repitieran", añadió el dirigente político.
Pero el fallo de protocolo mientras se izaba la bandera española con la cara circunspecta del corredor de Pinto, que se tomó lo con humor, pasó de anécdota a enfado. Advertidos del error por la delegación diplomática española presente en el acto, los organizadores repitieron el himno que, en esta ocasión, fue el correcto.
Fuentes de la organización aseguraron que están estudiando los motivos del error. "Hubo un error", dijo el director general de la organización, Yann Le Moenner. "Nuestro proveedor hizo sonar el himno danés pero de inmediato comprendió que estaba equivocado, finalmente fue reproducido el himno español", añadió.

Sin embargo, a otros incidentes similares hay que sumar, por poner un ejemplo, el poco cariño recibido por los deportistas españoles en el país vecino. Así quedó constado en la última participación del tenista Rafa Nadal en Roland Garros, cuatro veces campeón del torneo galo.

El mallorquín, que perdió contra todo pronóstico en cuartos contra Robin Soderling, recibió pitos y abucheos tras su derrota. Las gradas llevaban años deseando verle perder. El tío y entrenador del tenista español, Toni Nadal, criticó entonces el comportamiento del público francés asegurando que los franceses "nos tienen un poco de envidia a los españoles" por ganar muchas veces el torneo.

En 2006, Óscar Pereiro no pudo escuchar el himno español en los Campos Elíseos porque no fue proclamado vencedor de la prueba hasta que se descalificó por dopaje al estadounidense Floyd Landis. Todos recordarán el incidente que ocurrió en la final de la Copa Davis de tenis de 2003 que España disputó en Melbourne frente a Australia cuando en lugar del himno nacional sonó el himno de Riego de la República.
Dinamarca ridiculiza a los organizadores del Tour
Ha sido la noticia del día, repetida hasta la saciedad en las televisiones y radios del reino danés. Lo ocurrido en plenos Campos Elíseos fue algo que no podía pasar. Como no podía ser de otra manera, los medios de información escritos también se han hecho eco de la "metedura de pata" de los organizadores del Tour, informa Carmen Villar Mir. El 'Se og Hør' por ejemplo, que dedica una página entera al suceso, se pavonea de que los ciclistas daneses sean tan conocidos en Francia y califica lo ocurrido de "grotesco".

En Francia, el grueso de la prensa francesa rindió homenaje a la victoria de Alberto Contador, pese a las dificultades que tuvo que superar por las rivalidades dentro de su propio equipo, mientras 'Libération' ha seguido insistiendo en sembrar dudas sobre sus resultados, que asocia a dopaje. Reitera sus dudas sobre la limpieza de este Tour en general y de Contador en particular, sobre la base de los cálculos de esfuerzo del ex director del Festina Antoine Vayer.

"Contador, queroseno en las venas", es la crónica que ocupa la página 3 del diario de izquierdas, en la que sostiene que la CERA, EPO de tercera generación, "entre muchos otros productos y métodos dopantes indetectables como la transfusión de su propia sangre, explica bastante bien el tirón del resultado.

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