El Barça dobla su apuesta
Keita, Touré Yayá y el problema de la Copa de África
No es especialmente amplia la plantilla del Barcelona, que tiene un contratiempo notable esta temporada. En el mes de enero, por aquello de la desorganización en el calendario de la FIFA, se disputa la Copa de África (del 10 al 31 en Angola), por lo que los centrocampistas Touré Yayá (Costa de Marfil) y Keita (Mali) se ausentarán en un tramo importantísimo de la campaña. En el supuesto de que alguna de sus selecciones llegue a la final, se perderían un máximo de ocho encuentros.

Y no anda precisamente sobrado de efectivos Pep Guardiola en la medular, por mucho que Txiki Beguiristain diga que no es prioritario reforzar el centro del campo. Además, y con seis competiciones por disputar, muchos jugadores pueden acumular una carga de partidos superior a los 70. Habrá que dosificar mejor que nunca.
El Barcelona del triplete se multiplica por dos en busca del más difícil todavía. Seis títulos en juego -ya ha caído la Supercopa de España y suspira por la de Europa, la Liga, la Copa, la Champions y el Mundial de clubes-, una quimera casi imposible ya que el calendario, en este año de Mundial, apenas concede tregua. Pero no hay que dudar de este Barça, capaz de superarse a sí mismo e intacto su apetito después de un ejercicio en el que devoró todo plato que llegó a su mesa. Este Barcelona siempre quiere un poquito más.
Es la marca de Guardiola, principal artífice del éxito una vez supo controlar un vestuario poseído por la inercia de la autocomplacencia. Ahora se hace lo que dice el técnico sin que nadie rechiste, ni siquiera Samuel Eto´o, al que se le invitó a salir por la puerta de atrás del Camp Nou pese a los inestimables servicios prestados. No le han valido al camerunés sus 36 goles del curso 2008-09 y ha enfilado rumbo a Milán para engordar su palmarés en el Inter. Cuestión de «feeling», dice Pep, dispuesto a prescindir de uno de los mejores delanteros del planeta fútbol a cambio de la paz interna.
En lugar de Eto´o está Zlatan Ibrahimovic, un maravilloso y espigado delantero que tiene recursos para todo. El fichaje más caro de la historia del club (66 millones) es la nueva esperanza de una parroquia ansiosa por ver al sueco triunfar de azulgrana. Lesionado durante buena parte de la pretemporada, a Ibrahimovic le falta un pelín para adaptarse a un sistema que es el principal protagonista por encima de cualquier nombre. En eso no se aceptan cambios, aunque todo gira en el Barça en torno a Leo Messi, quien parece no tener límite. Con el argentino, llamado a llevarse todos los títulos individuales, todo resulta mucho más fácil.
Apenas hay caras nuevas en el 4-3-3 de Guardiola, que ha reforzado la defensa con el brasileño Maxwell ya que Henrique, pese a foguearse de forma notable con el Bayer Leverkusen, no convence. Mientras se consumen las últimas horas del mercado estival, el entrenador y el secretario técnico, Txiki Beguiristain, han reconocido que al equipo le faltan un par de piezas -algo en la defensa y un recurso para el centro y el ataque- para andar relativamente sosegado ante la exigente agenda que se le presenta. De lo contrario, la cantera asumirá un protagonismo excesivo ya que la responsabilidad este año es mayor.
Farda Joan Laporta de vivir el verano más «tritranquilo» de su mandato, normal si se tiene en cuenta que no hace mucho fue sometido a una moción de censura que casi se le lleva por delante. Pero en el fondo le inquieta el Madrid, que amenaza con volver por sus fueros. El desafío de los blancos se antoja complicado, más con este Barça como rival.

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