Estos días hay una gran polémica sobre los crucifijos en las escuelas. Todos estos días dicen los «progres» que hay que quitar los crucifijos ya que el Estado español es laicista; es una de las muchas mentiras que nos intentan colar ya que el Estado es aconfesional, es decir, respeta todas las religiones y se supone que tampoco impone ninguna. A quien no tiene creencias, un símbolo no le dice nada; por lo tanto la cruz no les debería molestar. Como ellos no creen en Jesucristo, nos piden respeto con las creencias de otros grupos, pero ellos no respetan las nuestras. La democracia se basa en la tolerancia y respeto mutuo, al menos así ha sido y es en los países más avanzados. La Ley basada en la Constitución es la que debe ser respetada para que haya una verdadera democracia y convivencia en paz.