El presidente del Gobierno rechaza que el documento de reforma laboral sea blando, puesto que «es denso y contiene las líneas para dar un vuelco al mercado de trabajo». Además no ha esquivado que es necesario acometer la reforma de las pensiones y ampliar la base de cotización
Actualizado Martes , 09-02-10 a las 17 : 22
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha querido abrir el nuevo periodo de sesiones presidiendo la reunión del Grupo parlamentario Socialista en el Senado. No han faltado dosis de humor, a pesar de lo difícil de la situación económica que estamos atravesando, en la inauguración por parte de José Antonio Alonso, que ha estimado que va a ser complicado el curso político que queda, pero también ha confiado en estar dentro de un año en la misma silla «y seguir siendo portavoz del Grupo» contando mejores perspectivas para nuestra economía. Zapatero ha saludado el buen humor de su compañero de pupitre diciendo «Toño, cuentas con mi voto».

Tras las risas, Zapatero se ha enfundado el traje de seriedad y ha glosado las «tres direcciones ambiciosas» en las que va a discurrir el trabajo de su equipo de gobierno en los próximos meses. La primera, el Plan E, puesto en marcha para combatir la crisis económica y afrontar los retos que implicaba ésta, se ideó en aras a sostener el sistema financiero y los ahorros de los ciudadanos, ha afirmado Zapatero. «Supuso críticas al Gobierno porque se decía que inyectaba dinero a los bancos», pero «el Gobierno no ha inyectado ni un solo euro en el sistema financiero español, sino que ha fomentado el ahorro de los españoles» y más bien «vamos a tener algún beneficio para el erario público tras el respaldo al sistema financiero, por el que recibimos ingresos».

El jefe del Ejecutivo ha resaltado que «el sistema financiero español ha respondido como uno de los sistemas más sólidos y fuertes de los países desarrollados a la peor crisis de los últimos 80 años». En países muy poderosos se ha asistido a la quiebra de entidades financieras, que ha supuesto un gran impacto en el Estado, ha reseñado el dirigente socialista, comparando esta situación con el mapa de bancos y entidades de crédito en España, «que es prácticamente el mismo antes y después de la crisis», ha dicho Zapatero, en un «lapsus» que le ha llevado a dar por cerrada la difícil coyuntura económica que aún continúa.

Dentro del Plan E, ha dicho Zapatero, se estimuló la demanda ante la parálisis de la inversión privada y la práctica congelación del crédito. Este plan sumó 11.000 millones de euros y permitió mantener 500.000 empleos. El apoyo del sector público también ha favorecido, según el dirigente socialista, al sector del automóvil, mitigando la caída de ventas de este sector.

«Tampoco hemos sido ajenos al impacto social del incremento del paro, así que se ha elevado la prestación del paro, con una prestación ordinaria de 421 euros (que hoy son 426 euros)», ha destacado el presidente ante los suyos. «Estamos cerca de una cobertura del 80 por ciento de protección al desempleo, la más alta que hemos tenido como país», un esfuerzo que Zapatero ha tildado de «solidario».

Lasegunda tarea del Gobierno de Zapatero es prioritaria desde que se ganó en 2004 por primera vez: renovar, dar un salto cualitativo y cuantitativo en inversión en investigación y desarrollo. Zapatero ha comparado los 50.000 millones destinados por su Gobierno en la primera legislatura 2004-2008 a la partida de I+D+i, la misma cuantía que consignó el PP durante sus ocho años de gestión al frente del poder Ejecutivo, ha dicho con un tono más enérgico de lo habitual, sabedor de la afinidad de su auditorio.

Estrategia de economía sostenibleEn ese segundo pilar se entronca la estrategia de economía sostenible, bosquejada por el propio Zapatero por primera vez el pasado 2 de diciembre en el Congreso de los Diputados, y que tiene por fin dar una vuelta de tuerca a nuestro modelo productivo. La Ley de Economía Sostenible será remitida en breve plazo de tiempo al hemiciclo, ha anunciado Zapatero, quien no ha soslayado el «necesario respaldo de todas las administraciones públicas al plan de reducción del déficit», el plan de austeridad que garantice la sostenibilidad de las cuentas públicas -un «plan riguroso, que vamos a cumplir», según sus palabras- e inicie el camino de la recuperación económica y la consolide este 2010, ha vaticinado el presidente. Tenemos las ideas claras de qué vamos a recortar y qué no. Una salva de aplausos, la primera de los diputados socialistas, ha salpicado la frase de Zapatero: «No se va a reducir ni una de las prestaciones sociales» en vigor en el país. Esto es «capital», ha destacado un presidente que ha recuperado la iniciativa tras mucho tiempo inactivo y que ha confiado en que todo el mundo reconozca al Gobierno español por su condescendencia y su solidaridad con los más desfavorecidos.

El tercer pilar de su proyecto es garantizar esas prestaciones sociales (que deben ser la seña de identidad colectiva, a su juicio) y avanzar en estas conquistas cuando las cosas van bien, y mantenerlas cuando las cosas no vayan tan bien (como en esta legislatura, ha admitido el presidente). Zapatero se ha metido a fondo a explicar a su grupo la reforma de trabajo emprendida para cambiar la temporalidad del empleo, sobre todo juvenil, que es un condicionante para el futuro de nuestro país, porque un país que pueda lograr más metas en la cohesión social necesita más trabajadores con estabilidad en el empleo y con estímulo de vinculación a la empresa. «Eso se llama contrato indefinido, el gran reto de la reforma laboral», ha aseverado el presidente del Gobierno.


Zapatero ha continuado su discurso recordando que el pasado viernes el Gobierno trasladó el documento para abordar esta cuestión social y se comprometieron acciones con los agentes sociales. «Un plan urgente en favor del empleo es lo que contiene ese documento -ha sintetizado Zapatero- con una respuesta para reducir la temporalidad, facilitando a las empresas este objetivo pero sin menoscabar los derechos de los trabajadores. Contiene propuestas para facultar la flexibilidad interna de las empresas, para reformar la contratación a tiempo parcial y contiene políticas en relación con la igualdad entre hombres y mujeres para su aplicación en el ámbito laboral». Este documento es «denso» en contenido, que aborda a fondo la situación de nuestro mercado laboral y que contiene las líneas de reforma, ha aseverado el presidente, que ha arremetido contra la «mano dura» -recordemos, muchos periódicos, analistas y miembros del propio PSOE- al criticar la reforma como «blanda» o «light», algo que el presidente ha negado en rotundo.

«Los mejores alidados para nuestra recuperación económica son los acuerdos sociales entre empresarios y trabajadores», ha destacado el presidente, que también ha lanzado un guiño al resto de partidos inscritos en el Pacto de Toledo, alentándoles a suscribir una reforma de las pensiones de manera consensuada. Por primera vez en mucho tiempo, el secretario general del PSOE no ha esquivado «mojarse» en políticas vitales y se ha mostrado partidario de ampliar la base de cotización, como recogió la pasada semana el Programa de Estabilidad remitido por el Ministerio de Economía a Bruselas y que fue remozado en sólo tres horas. «Debemos seguir mejorando las pensiones mínimas, como hemos hecho estos últimos cuatro años, porque siguen siendo bajas, y las bases de cotización han sido muy bajas porque éramos un país muy pobre». El esfuerzo debe extenderse también al sistema de pensiones, ha dicho el dirigente leonés, antes de bosquejar otros proyectos como una inminente Ley de Ciencia.

Anuncio en medio de su intervenciónZapatero ha anunciado que el próximo viernes el Consejo de Ministros prolongará durante seis meses más la prestación asistencial de los 420 euros. Con esta prórroga se beneficiará a otras 200.000 personas, ha augurado. «Merece la pena hacer este esfuerzo de cohesión social», ha anticipado el presidente, y la Cámara Alta ha irrumpido en una gran ovación, informa G. Sanz.

El líder del PSOE ha culminado su intervención en el Senado declarándose «optimista», pero no porque ignore la realidad, sino porque tiene «confianza en el país y en el partido» para salir de la crisis. Antes de hacerlo, el leonés ha echado mano del argumentario socialista para, en lugar de repeler los datos negativos de la economía actual, recordar que «en 2008 la Bolsa española creció un 28 por ciento, por encima de Francia o Alemania» -en contraposición con el desplome histórico que sufrió el pasado «jueves negro»- o para volver a poner sobre la mesa que España tiene el PIB más alto de la historia, por encima de la media europea. «Hay que abordar las cosas con perspectiva, solidez y reflexión». «Estoy plenamente convencido de que saldremos de la crisis de manera conjunta», ha ultimado Zapatero.

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