Propone a la mesa del diálogo social rebajar las indemnizaciones de 45 días a 33 e implantar el sistema austríaco
Las propuestas
Reducir la dualidad y temporalidad. El Ejecutivo aboga por una regulación que evite el encadenamiento de los contratos temporales por lo que ampliaría las inspecciones para controlar el cumplimiento de la normativa. También busca igualar (a la baja) la indemnización por despido improcedente (45 días) a la del contrato de fomento al empleo (33 días), así como implantar el modelo austríaco de indemnización. El Fogasa ampliaría las subvenciones por despidos.
Empleo de los jóvenes. Se intentará desarrollar un plan para los jóvenes de entre 16 a 24 años y se ampliará de 21 a 24 años la edad de los trabajadores con derecho a contratos de formación.
Reducción de jornada en los ERE. Determinados expedientes de extinción de contratos podrían ser reconducidos a expedientes de regulación temporal de empleo y se ampliaría la bonificación de la cotización empresarial por el mantenimiento de los trabajadores afectados por el ERE temporal.
Bonificaciones. El Ejecutivo apuesta por mantener las actuales primas sobre colectivos con discapacidad, víctimas de violencia de género o mayores de 59 años... y ligará las nuevas ayudas a la creación de empleo neto estable.
El director del gabinete para el diálogo social, Alfonso Morón, presentó ayer a los representantes de la patronal y de los sindicatos un nuevo borrador sobre la reforma laboral, en el que las únicas novedades importantes son las propuestas de abaratar y subvencionar los despidos y la de implantar el modelo austríaco de indemnización, cuestiones sobre las que los agentes sociales mostraron ayer mismo su rechazo.
El Gobierno ha incluido en el nuevo documento de 14 folios su pretensión de igualar a la baja el coste de la indemnización del despido improcedente (45 días por año trabajado) con el de los contratos de fomento de la contratación indefinida (33 días). En este sentido, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, declaraba ayer que el objetivo era «abaratar la media de los costes de los despidos» utilizando más los contratos de fomento al empleo, tal y como propuso el Ejecutivo en febrero pasado.
Subvención del Fogasa
Asimismo, y con carácter «transitorio y excepcional», se propone que el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) generalice la subvención de parte de los costes de los despidos (el 40% de los 20 días) a todas las empresas. Actualmente, el Fogasa sólo aplica esa subvención a las sociedades con menos de 25 trabajadores. Los secretarios de acción sindical de CC.OO. y de UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente, declararon al final de la reunión que en la misma no se había hablado del tema del Fogasa.
Górriz y Ferrer no descartaron que las negociaciones se prolonguen hasta mediados de mayo, ya que «los temas de la contratación indefinida, indemnizaciones, modelo austríaco e intermediación necesitan más tiempo». Morón manifestó que el Gobierno mantiene como fecha orientativa para llegar a un acuerdo la anunciada de finales de abril, «aunque se podría ampliar en plazos razonables».
El director del gabinete confirmó también que no está previsto hablar de rebajar las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social, tal y como ha propuesto la CEOE. Precisamente, los representantes de esta patronal y de Cepyme no quisieron hacer declaraciones hasta estudiar el documento.
El Gobierno también propone «como fórmula que podría favorecer firmemente la creación de empleo indefinido» y «buscando siempre el consenso con los interlocutores sociales», la adaptación a nuestro país de modelos de indemnización que se han adoptado en
algunos países europeos, entre ellos, en el sistema laboral austríaco, «que fomentaría una movilidad laboral más sana». Así, el empresario ingresa mensualmente en una cuenta del trabajador la indemnización por despido que le corresponde y si se va a otra empresa, se lleva esa cuenta a su nuevo puesto de trabajo.
Empleo para jóvenes
Otro asunto que recoge el documento se refiere a la reducción de los contratos temporales, evitando su encadenamiento y controlando el cumplimiento de la normativa. Asimismo, «no parece aconsejable» penalizar la contratación temporal.
El nuevo borrador insiste en favorecer el empleo de los jóvenes, ampliando de 21 a 24 años los trabajadores que pueden acogerse a los contrato para la formación, así como la exención total de cotizaciones sociales durante su vigencia. También habría un programa específico para jóvenes de entre 16 y 24 años.
En cuanto a la revisión de la política actual de bonificaciones, se insiste en ligar las nuevas bonificaciones al objetivo de crear empleo estable neto y mantener las actuales a determinados colectivos (personas con discapacidad, víctimas de violencia de género, autónomos, trabajadores mayores de 59 años, etc...).
