Días atrás, el pleno del ayuntamiento del pueblo onubense de Valverde del Camino, de mayoría socialista, decidió conceder el título de Hijo Adoptivo de la localidad al juez suspendido Baltasar Garzón. Nada extraño, tratándose de un pueblo gobernado por el PSOE -que ha encabezado la defensa de Garzón ante su primer encausamiento- y siendo Valverde la localidad en la que se bautizó como juez, su primer destino. Lo extraño surgió por las prisas del PSOE valverdeño en ponerse al frente de la manifestación pro Garzón. De hecho, la corporación dispone de un «reglamento de honores y prescripciones», avalado por el propio PSOE, que regula que este tipo de menciones se determinan siempre en un pleno en el mes de julio. Para salvar su incoherencia y saltarse el reglamento a capricho, la alegación del PSOE fue aprobarlo por «motivos de urgencia».