Jesús García: «Nuestro valor añadido es la felicidad de nuestros empleados»

Además de contar con centros asistenciales, la entidad es un importante motor de emprendimiento social que genera gran impacto en Los Pedroches

El comienzo de Prode está en la misión que hoy tiene la entidad como fundación: «que las personas con discapacidad lleguen a ser felices y tengan unas condiciones de vida dignas». Esto es lo que Blas García deseaba para sus hijos y fue el motor que impulsó aquella asociación que hoy es más una productora de oportunidades, empleo, servicios y sobre todo eso, felicidad. El fin de toda su labor, ya sea en el ámbito asistencial o sociolaboral es que todas las personas que realizan, reciben o participan de su actividad se sientan realizadas, atendidas en igualdad y valoradas.

— Qué mensaje quiere transmitir la fundación Prode con su trabajo?

—Que nuestra razón de ser es servir a la sociedad, y que entre todos podemos lograr ser más felices sin que nadie se quede atrás. Queda mucho trabajo por delante, pero con esfuerzo y con mucha ilusión seguiremos avanzando para que las personas con discapacidad vivan dignamente.

— Mejorar la empleabilidad de personas con discapacidad es uno de los fuertes de esta entidad. ¿Se podrá llegar a la inclusión real?

—Solo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene empleo y según la Tasa Arope, tasa de riesgo de pobreza o exclusión social, prácticamente una de cada tres personas con discapacidad está en riesgo de pobreza. Por tanto, la inclusión total de las personas con discapacidad en el mercado laboral se plantea como un gran reto que en España están asumiendo fundamentalmente los Centros Especiales de Empleo, y en mucha menor medida las empresas ordinarias.

— La promoción en educación es gran reto. ¿Cómo ayudaría implantar la Formación Profesional Dual?

—Sería lo mejor para las personas con discapacidad intelectual, para las empresas y para la Administración. Para las personas, a través de la metodología de "aprender haciendo", entran en contacto con el trabajo en el proceso formativo y tienen opciones reales de acceso al empleo. Para las empresas, se reducen los costes de adaptación de nuevos profesionales al puesto. Y en términos de país, hay datos objetivos que relacionan la Formación Profesional Dual con menores índices de paro en personas con discapacidad en países como Alemania, Austria y Suiza.

—¿Qué valor añadido tienen sus proyectos de emprendimiento social?

—El gran valor añadido de todos nuestros productos y servicios es la felicidad de todas las personas que se sienten útiles haciendo un gran trabajo día a día, logrando vivir como ellos quieren, cogiendo las riendas de sus propias vidas y demostrando que la diversidad es un gran valor dentro del capital humano de una organización, que sin duda contribuye al desarrollo de actividades económicas con una gran profesionalidad y el máximo rigor.

—¿Cuáles son los retos más inmediatos de la entidad?

—Nuestra labor se ha desarrollado en el Valle de los Pedroches, con 55.000 habitantes, logrando un gran impacto social en el territorio a lo largo de 35 años. Tenemos la responsabilidad de replicar el modelo a nivel andaluz para mejorar la vida de muchas más personas con discapacidad. El próximo paso es la consolidación de algunas de nuestras actividades como limpieza o consultoría y desarrollo tecnológico, entre otras, en nuestra región, comenzando por Córdoba y Sevilla; y desarrollar el gran proyecto de formación, ocupación, orientación y empleo para personas con diferentes discapacidades.

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