Pilar Pineda: «En otros países el voluntariado es importante en el currículum»
El voluntariado es el corazón de gran parte de las entidades y organizaciones del tercer sector. Es el pulso de las causas sociales y los proyectos. Y es también un deseo que surge del espíritu de solidaridad que tiene el ser humano. Pero en esta práctica tan común, la del voluntariado, es importante conocer los derechos y deberes recogidos en su propia legislación porque no todo lo que se realiza de forma altruista es considerado voluntariado. Y en este debate profundiza la presidenta de la Plataforma del Voluntariado en Córdoba, Pilar Pineda, para quién es muy importante que para entidades y sociedad esté clara la limitación.
—¿Qué requisitos debe tener una colaboración para ser voluntariado?
—Lo más importante: que se realice desde una organización y de forma altruista. Evidentemente, debe tener carácter gratuito. Unas prácticas educativas no son un voluntariado. Y por otra parte el matiz importantísimo es que se realice a través de una organización porque las causas sociales las lideran las entidades. Puedes ser solidario al ayudar a un vecino de tu barrio pero esto no es voluntariado. Igual que no lo es la participación social, en una manifestación por ejemplo. Eso es apoyar, pero no un voluntariado porque esto implica acción.
— ¿Hay regulación o control para el voluntariado?
—Por supuesto. Por un lado hay una ley de voluntariado en la que se recogen derechos y deberes para las personas que colaboran y donde también se especifica que la entidad debe tener un programa detallado para el voluntario en el que se explique qué va a hacer. Nada de "me vengo un día y te ayudo en lo que necesites". El voluntariado debe estar controlado.
— ¿Todas las personas pueden ser voluntarias?
—Creo que sí porque tenemos un espíritu de solidaridad implícito en nuestro ser que nos invita a darnos a otros. Pero lo importante es que uno se identifique con la causa en la que participa. Necesitamos recompensa de aquello que estamos haciendo aunque en este caso no es algo material, pero en cierto modo necesitamos sentir una motivación, ver el resultado de nuestras acciones.
—Las empresas fomentan cada vez más el voluntariado en sus plantillas con los programas de RSC. ¿Está de moda la solidaridad?
—Que tengas una empresa no significa que no puedas tener inquietudes colaborativas con el entorno en el que te desarrollas. Y de hecho es muy positivo aprovechar las sinergias que se pueden hacer entre oenegés y empresas. El éxito de la X solidaria por ejemplo va a suponer y gran impacto.
—¿Qué aporta el voluntariado a la persona que lo realiza?
—Más allá de la motivación al ver el resultado de la acción, desde la Plataforma del Voluntariado ofrecemos certificados a los voluntarios por sus competencias adquiridas. Entre sus actividades, por ejemplo puede aprender a trabajar en equipo o se le puede reconocer la dinamización o la propuesta de ideas. Esto son competencias que se reflejan en un certificado que tiene validez a nivel europeo. En otros países el voluntariado tiene gran importancia en los currículums para las empresas pero aquí no se tiene en cuenta todavía.
—¿Entonces dejaría de ser una acción altruista?
—El debate está abierto porque el voluntariado se hace sin esperar nada a cambio. Pero es justo reconocer lo que aporta a la persona realizar estas acciones.