«Todos deberían experimentar el voluntariado, darse a los demás»
Los datos de Cruz Roja se miden en alivio de sufrimiento y sonrisas recuperadas. En la provincia de Córdoba, casi 100.000 personas se benefician de sus programas, de sus acciones, de sus cursos. De su red de solidaridad que no deja de crecer. Cándida Ruiz asumió la presidencia de la institución en 2016 y cuenta cómo, desde la complejidad de su estructura, lo que se ve es ayuda, manos tendidas para todas las necesidades, adaptándose a los cambios y demandas sociales.
—Cruz Roja está presente en numerosos ámbitos de asistencia. ¿Cuál es la mayor necesidad?
—Una de nuestras líneas estratégicas fundamentales es la atención a mayores, considerando que la media de edad de la población es cada vez más avanzada. Por eso desde hace tiempo centramos la atención en mayores con diferentes proyectos en marcha. El siguiente grupo de necesidad en la provincia son los menores.
—¿Las formas de pobreza han cambiado con el tiempo?
—Cuando llegó la crisis económica, perfiles que hasta ese momento no tenían necesidad, de pronto se vieron vulnerables. En este sentido ahora nos encontramos con un dato que impacta: en Córdoba más de la mitad de personas a las que atendemos tienen que elegir entre comer o calentar el hogar. Esto hace unos años no era una decisión que tomar.
—¿Cómo hace la institución para alcanzar a tantos colectivos y transformar tantas realidades?
—Detrás de Cruz Roja hay una estructura muy compleja pero funciona por la voluntad, por esa misión de querer llegar a todos los espacios donde se encuentre la vulnerabilidad. Los visibles y los que no se perciben a simple vista. Para todo eso contamos con socios y trabajadores preparados, en continua formación. Agentes de intervención social que se vuelcan con las personas y además el voluntariado, que es el corazón de nuestra entidad. Personas que también se forman y se preparan. Nuestra capacidad viene de las personas que hacen Cruz Roja.
—A punto de cumplir los 20.000 socios y voluntarios, ¿qué supone formar parte de esta gran red de solidaridad?
—Cuando uno trabaja para y por las personas siempre recibe mucho más. Yo misma soy voluntaria, también socia. La presidencia es un puesto voluntario y cuando me lo ofrecieron pensaba en que restaría tiempo a mi familia pero por otro lado pienso que a los demás no se les habla con palabras, sino que se transmite con hechos. Y cuando mis hijos ven que su madre llega tarde porque colabora con Cruz Roja, creo que es un buen ejemplo el que les estoy dando. Todos, en la medida de sus posibilidades deberían experimentar el voluntariado, la entrega a los demás.
—¿Sienten respaldo económico para hacer frente a toda la demanda?
—Todas las ayudas son bien recibidas. Por nuestra parte recibimos una parte de ayudas porque somos colaboradores de los poderes públicos ypor otra tenemos recursos propios. En este sentido estamos muy agradecidos a Córdoba porque es una ciudad muy solidaria. Siempre nos abren las puertas. En los últimos años nuestras cifras del Sorteo del Oro o del Día de la Banderita por ejemplo no han dejado de aumentar.
—¿Qué reto se les plantea de cara a este año que acaba de empezar?
—Simplemente seguir en el camino de estar donde las personas nos necesiten, sin discriminación.