El aula sensorial de Fepamic, entre las mejores de Andalucía

La entidad presta un servicio e desarrollo infantil que apenas en tres años y medio se ha convertido en un referente, con un equipo interdisciplinar, sistemas vanguardistas de tecnología y un abordaje completo de las necesidades de cada paciente

La sala de integración sensorial de Fepamic ha sido calificada como una de las más completas de Andalucía. Este espacio es parte de las instalaciones del servicio de desarrollo infantil que la entidad presta en la Residencia Fepamic para personas gravemente afectadas.

Además de los materiales con los que cuenta para trabajar las distintas patologías, el aula cuenta con un software desde el que se controla la iluminación, el sonido, el proyector y todos los elementos de la sala. También se utiliza un sistema de realidad virtual destinado a potenciar las capacidades cognitivas y visomotoras del niño denominado «rehabilitación gaming system». Todo esto la ha hecho formar parte de un ranking que califica estas instalaciones en Andalucía.

Desde finales de 2016, Fepamic presta un servicio con el aula sensorial de desarrollo infantil que en apenas tres años y medio se ha convertido en un referente. Un equipo interdisciplinar formado por psicóloga, psicopedagoga, logopeda, terapeuta ocupacional, neuropsicólogo y fisioterapeutas valora y aborda el tratamiento integral de los niños. Además de esta sala de integración sensorial y psicomotricidad, también ponen al servicio de los usuarios la de logopedia y tratamientos específicos.

«En Fepamic llevábamos 30 años trabajando con enfermos neurológicos, pero nunca con niños. En principio era una sala blanca, una sala Snoezelen pero por el perfil de los usuarios no se utilizaba mucho. Y pensamos que, si la transformábamos en una sala de integración sensorial, sería una oportunidad para trabajar con niños. Empezamos en octubre de 2016 con un niño y ahora mismo tenemos 44 sesiones a la semana, todas las tardes cubiertas, y hemos ampliado terapias y servicios», explica Raquel Osuna, terapeuta ocupacional y coordinadora del servicio de Neuro Rehabilitación y Servicio de Desarrollo Infantil de Fepamic.

El equipo de profesionales trabaja desde un amplio abanico de enfoques y técnicas para realizar un seguimiento personalizado, integral y adaptado a las necesidades del niño. Los tratamientos que se realizan van desde la integración sensorial o la psicomotricidad hasta la estimulación del lenguaje y la reeducación miofuncional, además de fisioterapia, terapia ocupacional, neuropsicología, psicología infantil y familiar, logopedia, atención temprana, apoyo y refuerzo educativo y técnicas de estudio.

La metodología de trabajo de este equipo es «no ser un gabinete al uso» sino ofrecer «tratamiento personalizado y trabajar con las familias, realizando y un seguimiento del niño en sus actividades cotidianas, ya que los profesionales contactan con el centro escolar y ofrecen formación a los padres. Otro de los puntos a destacar de su metodología de trabajo es que siempre se aborda la patología a tratar desde los distintos criterios profesionales del equipo, «aunque venga para psicología siempre intentamos rotarnos porque son diferentes puntos de vista y cuando nos sentamos a hacer las reuniones siempre hay alguien que ve algo que tú no has visto», dice Raquel Osuna.

Diferentes patologías

En cuanto a las patologías de los menores que reciben atención en este servicio, son muy variadas. Hay niños con parálisis cerebral, con trastorno del espectro autista, con necesidades educativas especiales, con TDH, trastornos de conducta, síndrome de Rett, trastorno límite de la personalidad, retraso madurativo, y también algunos tratamientos «por ejemplo, vienen durante cinco o seis meses porque se ha roto la tibia y el peroné y a nivel motor tiene mucha inseguridad a la hora de correr… entonces trabajamos una estimulación de psicomotricidad. Eso son tratamientos más puntuales que no tienen un seguimiento», aclara Raquel Osuna.

Las edades de los niños y niñas atendidas van de los pocos meses a los 18 años. La mayoría de los niños que reciben este servicio necesitan terapia durante largos periodos de tiempo, muchos de ellos de por vida. Las patologías que se abordan son muy diversas, algunos pequeños tienen discapacidad, otros acuden, por ejemplo, por un retraso cognitivo o un trastorno del espectro autista, problemas del desarrollo, trastornos de conducta o problemas para relacionarse.

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