«El Día de la Banderita es un termómetro de la solidaridad y la respuesta de Córdoba es muy cálida»
Pasaban dos horas desde que «montaron el puesto» y Natalia, Rosa y Nayra ya estaban satisfechas con la respuesta a su petición para Cruz Roja por la pobreza infantil. En este Día de la Banderita 200 voluntarios de la entidad en Córdoba están en la calle con sus huchas y este gesto, en un día con un siglo de tradición, sirve como «termómetro de la solidaridad en la ciudad».
Según Curro, ahora responsable de intervención en emergencias y anterior voluntario, «la respuesta de los cordobeses es muy cálida». Suma casi 20 años en la institución y ha estado presente en muchos días como este. «Es una jornada para colaborar con los proyectos de Cruz Roja pero también es un momento en el que los ciudadanos agradecen a los equipos que se encuentran su labor. Se interesan, reconocen su trabajo y además el que quiere colabora. Así demuestran su solidaridad», comenta Curro.
La mañana pasa rápido para todos los colaboradores que desde sus puestos y parando con amabilidad a los viandantes, ponen a su disposición las huchas. «Hay gente que nos esquiva, muchos que nos ponen excusas como que no llevan suelto o que volverán luego, pero otros tantos vienen desde lejos buscando en sus bolsillos», relatan Natalia, Rosa y Nayra.
El año pasado recaudaron unos 12.000 euros y en este año se proponen, como siempre, superarse, según la presidenta provincial de Cruz Roja, Cándida Ruiz. El reto es lograr fondos suficientes para material escolar que pueda ayudar a unos 2.200 menores cordobeses en riesgo de exclusión. Y para esta misión cuentan con ayuda de otra galaxia: la Legión 501-Spanish Garrison, que con los personajes de Star Wars garantiza la atracción de menores e incluso adultos.
Sus cifras son la muestra del reconocimiento que la institución tiene en la ciudad, de la confianza que depositan en su labor y también del trabajo de sus voluntarios. Para Curro, «el voluntariado es el músculo que ayuda a cambiar el mundo y el que conecta con esa disposición de los ciudadanos». Su aportación a la institución, en esta y en otras actividades, es «recíproca», según cuenta Juan Moreno. «Les ayudo como ellos me ayudan a mí», comenta mientras ayuda a organizar las mesas del Bulevar Gran Capitán.
Como expresa Ruiz, este es un «día feliz» para Cruz Roja Córdoba porque se da visibilidad a las acciones de la entidad y porque «sabemos que la sociedad cordobesa responde siempre a nuestra llamada», en este caso por los menores más desfavorecidos.