Casi 300 alumnos de Primaria de Montilla han participado en la gymkhana «Capaces» organizada por Futuro Singular. Una actividad cuyo objetivo es concienciar a los niños de las dificultades que pasan las personas con discapacidad física, sensorial o intelectual en su día a día y las fortalezas quetienen.

La edición del miércoles en Montilla fue la decimoquinta de esta iniciativa que se enmarca en el programa Ponte en mi lugar que la asociación desarrolla desde hace un año en distintas localidades de la provincia. A Futuro Singular se unieron el Ayuntamiento de Montilla, con su delegación de Servicios Sociales y la Asociación Montillana de personas con capacidades diferentes (AMFIMO).

Para llevar a cabo la gymkhana, el alumnado del Ciclo Formativo Superior de actividades Físico-Deportivas del IES Emilio Canalejo Olmeda junto con personas que asisten a la Unidad de Estancias Diurnas con Terapia Ocupacional de Futuro Singular pusieron toda su imaginación y empeño para convertir el pabellón deportivo municipal en una casa del terror donde aprender y sentir divirtiéndose. Además de alumnos de 4º de Primaria de todos los colegios de esta etapa en Montilla, se unieron del Carmen Romero yAlonso de Aguilar de Aguilar de la Frontera.

En el programa Ponte en mi lugar, cada curso trabajan sobre la discapacidad tanto física, sensorial como intelectual con los menores, actualizado conceptos y dinámicas. En este caso se trata de una serie de pruebas que presentan las barreras de la vida cotidiana para la discapacidad en forma de juego, pidiendo la colaboración, adaptación y empatía de los alumnos participantes.

«Si conseguimos que los más pequeños empaticen con las personas con discapacidad se pondrán convertir en sus apoyos naturales y estaremos contribuyendo con esto a la transformación social que perseguimos desde hace años. Todas las personas, no solamente los adultos, podemos ser responsables en nuestra sociedad y prestar los apoyos que estén en nuestra mano», apunta la responsable de comunicación de Futuro Singular, Esther Barbero.

Con esta iniciativa quieren que estos niños «en unos años sean personas adultas receptivas a lo que supone el mundo de la discapacidad, que reaccionen emocionalmente de manera constructiva y se comprometan a hacer de su entorno un lugar inclusivo».