Son personas aisladas, que no salen de su mundo, no son cariñosos y difícilmente llegan a construir una relación. Estos son algunos de los prejuicios que se repiten sobre las personas con autismo y que se transforman en lo opuesto cuando se entra en contacto con la realidad. Este es el mensaje que transmite la exposición «Prejuicios y juicios» de Antonio Guerra para Autismo Córdoba desde una perspectiva diferente: la de quienes acompañan a las personas con TEA a lo largo de su vida.

Según comenta el fotógrafo Antonio Guerra, «siempre nos fijamos en las personas con Autismo para explicar cómo son, pero esta vez doy un giro para centrarme en las personas que están presentes en su ciclo vital: familiares, compañeros de trabajo, profesores y hasta capataces de hermandades».  A todos les ha preguntado qué creían antes y qué han comprobado después de entrar en contacto con el Autismo.

Unas 25 imágenes de retratos entrañables y a gran tamaño cuelgan en el patio barroco de la Diputación de Córdoba acompañadas de códigos QR que enlazan con los vídeos testimoniales. Todos coinciden en el «miedo» que da el inicio de una relación con el Autismo, y también repiten la apertura de las personas con TEA cuando se comprende su forma de comunicarse y entender el mundo. Al final, todos estaban equivocados.

La muestra permanecerá expuesta hasta el 21 de abril. Este proyecto de concienciación forma parte de las actividades de Autismo Córdoba para conmemorar el Día Mundial para la concienciación con el Autismo. Motivo por el que anoche se iluminó la fachada de la Diputación de azul.