Fundación PRODE

La Fundación PRODE se reinventa durante el Estado de Alarma

Los voluntarios han mantenido el contacto de forma constante con los usuarios de la fundación

El servicio de voluntariado en Fundación PRODE, antes de esta crisis sanitaria, social y económica era un servicio dinámico, vivo, formado por 19 programas, principalmente presenciales. A partir del 15 de marzo, con el inicio del Estado de Alarma, todo cambió para la fundación. Por indicaciones de los responsables de salud, los centros sociosanitarios -a los que pertenecen-, debían realizar un protocolo exhaustivo para proteger las vidas de las personas ante la COVID-19. Unas de las medidas que se instauraron fue el no contacto con personas ajenas a la vivienda habitual (centros), por lo que el servicio de voluntariado quedó temporalmente suspendido.

La Fundación tuvo que acostumbrarse a una vida diferente, los voluntarios preguntaban cuándo podrían volver a ver a las personas y las personas cuándo podrían realizar las actividades. Ante esta nueva realidad, decidieron reinventarse para continuar con sus labores. El primer paso fue animarse y darse fuerza a través de una propuesta con la que crearon una cadena de mensajes positivos que les ayudó a superar la crisis. Todas las mañanas, desde el 15 de marzo la coordinadora del servicio ha enviado mensajes positivos con fotos de las personas que viven en la fundación, de los voluntarios y de distintas actividades que hemos realizado. Estos mensajes perdurarán hasta que finalice el Estado de Alarma.

Por otro lado se dieron cuenta que las llamadas telefónicas y las videollamadas paliaban el sentimiento de aislamiento y soledad, por lo que establecieron un nuevo programa, donde las personas con PDI con posibilidad de tener acceso a un móvil, tablets u ordenador mantenían contacto con los voluntarios que ellos demandaban. Además, las llamadas grupales son las que más éxito han tenido, porque al fin y al cabo, lo más importante es la creación, fortalecimiento, mantenimiento de vínculos afectivos.

Esta actividad les ha hecho que las personas que se han conectado virtualmente se conozcan más, ya que han conocido la casa, la cocina, dormitorios, etc. Una parte, en muchos casos, desconocidas de sus vidas. También han colaborado virtualmente con mensajes a residentes de otros centros sanitarios que no pertenecen a esta entidad.

Retos con voluntarios

A estas actividades, se han sumado retos con los voluntarios. Estos retos han quedado plasmados en videos tan emotivos como «Color de esperanza» y «Todo lo que tú me das», donde entre todos han querido inundar de esperanza la entidad, entonando esa canción; y mediante un montaje de fotos recordad actividades que han realizado y ha sido significativa en sus vidas junto a las personas con discapacidad, algo que ha resultado muy emotivo.

Por otro lado, los voluntarios han mostrado su preocupación por el entretenimiento y ocupación del tiempo de las personas durante el confinamiento, por lo que enviaban a la coordinadora del servicio actividades lúdicas para realizar, rutinas deportivas, vídeos realizando tareas en casa con su  familia. E incluso en la última semana, una voluntaria ha comenzado ha participar en paseos terapéuticos, tras haberse hecho el PCR, dando este negativo.

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