Acercándose el final del año, la Fundación Bangassou inicia la preparación de su envío anual de ayuda humanitaria al país centoafricano. Contenedores llenos de solidaridad viajan desde Córdoba cada año para paliar las necesidades más urgentes de la población africana de esta zona, azotada por la violencia y la pobreza.

Sin tener en cuenta los festivos, decenas de voluntarios colaboran en intensas jornadas para preparar los paquetes de cara al viaje. En esta ocasión, desde la Fundación, han mostrado su profundo agradecimiento a la juventud de los Amigos e las Ermitas y personas de los cursillos de cristiandad de la Delegación de Misiones que se acercaron durante el sábado para prestar su ayuda.

«A pesar de ser puente, nos juntamos más de 40 personas que pusieron su empeño y esfuerzo en adelantar trabajo para tenerlo todo a punto para la carga de los contenedores el próximo 23 de noviembre», comentaron desde la entidad, que destaco el trabajo intenso, «como solo sabe hacerlo la juventud comprometida».

Para la solidaridad solo existe trabajo y compromiso, reflexionan desde la Fundación, que cada año y de forma intensa recoge alimentos, medicinas, material sanitario, de higiene y también escolar. Posteriormente, los voluntarios, desde la nave de la entidad ubicada en el polígono de Las Quemadas, cada sábado y cada miércoles ordenan y clasifican las aportaciones que llegan. «Saben que con lo que hacen, están haciendo un mundo mejor», expresan desde la Fundación.

El misionero comboniano y obispo de la Diócesis de Bangassou, el cordobés Juan José Aguirre, ha puesto en marcha varios proyectos de asistencia sanitaria, educación y pastoral en una de las zonas más devastadas de África. A través de su Fundación, promovida por familiares y amigos, se gestionan y canalizan las ayudas que se envían para apoyar su labor. Recientemente, en una visita a la ciudad, Aguirre transmitió la gran necesidad de seguir apoyando a este pueblo y sobre todo de mediar para poner fin a la violencia que les castiga.