Los taxistas transportan la solidaridad durante la pandemia del coronavirus

Unos 80 conductores de taxi en Córdoba realizan carreras a diario para llevar material a los que fabrican mascarillas y pantallas así como realizan "recados" de forma altruista para ayudar a los más vulnerables

El movimiento, la posibilidad de circular, de llevar de un punto a otro es lo que le ha dado valor a los taxistas en la pandemia. Desde que se decretó el estado de alarma y los ciudadanos no pueden salir de sus hogares, la oportunidad de cubrir desplazamientos está haciendo que los taxistas sean el vehículo para llevar ayuda de unos puntos a otros. Así lo constata Miguel Ruano, presidente de Asociación Provincial de Autónomos del Taxi de Córdoba (Autacor) y de Pidetaxi Córdoba.

«Transportamos la solidaridad de las personas, los materiales para los que están haciendo mascarillas, batas y pantallas, una vez que están elaborados, los llevamos al hospital, llevamos también llevamos comida a colegios y alimentos a residencias que lo están pasando mal por el coronavirus. El gesto solidario es de las personas y nosotros lo hacemos posible», comenta Ruano.

Unos 80 taxistas en Córdoba forman parte de esta flota especial. Son los que están disponibles para estos servicios que se realizan de forma gratuita. Veinte, treinta...decenas de llamadas cada día les llegan a través de la Policía Local o a sus redes sociales directamente. Lo que sí es cierto es que hay toda una red de «logística solidaria» coordinada detrás de cada iniciativa.

La confianza en estos conductores ha llegado hasta el punto de pedirle «el favor de llevar dinero de particulares a personas necesitadas», detalla el presidente de Autacor. «Recibimos un aviso para ver si podíamos llevar 150 euros a una persona que se había quedado sin trabajo y que lo estaba pasando mal. Quien nos llamó nos dijo que no tenía otra forma de hacérselo llegar, y fuimos».

Un taxi llevando material de protección individual al hospital Reina Sofí

Lo mismo ocurrió con los vecinos de un barrio que habían recaudado 700 euros y alimentos para la residencia de religiosas de San Rafael, en Córdoba, donde se habían detectado vario casos de coronavirus y estos vecinos no querían acercarse por miedo al contagio pero sí querían hacerles llegar ayuda.

Rafael es uno de los conductores de estos vehículos de solidaridad y afirma que contribuir con esto en esta situación que atravesamos forma parte de su labor como conductor de servicio público. «Nosotros trabajamos para los demás, y si ahora lo que se necesita es hacer estos servicios, no podemos más que prestar nuestra ayuda».

Este sector tiene limitado el 75 por ciento de su movilidad por lo que su actividad habitual se ha visto drásticamente reducida. «Entre cada carrera pasa una hora media o dos horas y ese tiempo que estamos en la calle queremos aprovecharlo», apunta Ruano. Los "Makers", que elaboran protectores faciales, las costureras, el Imibic, centros y residencias de asociaciones como Adicor... son algunos de sus puntos frecuentes en estos días. «Nuestro vehículo, nuestro tiempo y la posibilidad de movimiento están al servicio quienes lo necesiten», concluye Ruano.

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