Aceite para el pelo, el elixir inesperado que tu melena necesita para brillar

Superado el «miedo» a los aceites faciales, parece que le ha llegado el turno al cabello. Descubrimos todos lo que el aceite capilar puede hacer por nuestro pelo

El aceite es un valor al alza en el sector de la cosmética. No hay más que reparar en el furor que los aceites faciales han originado en los últimos tiempos y de la proliferación de numerosas variedades y marcas en el mercado. Uno de los factores determinantes sin duda ha sido que hemos perdido el miedo al aceite, en el sentido de que ya sabemos que la aplicación de un buen aceite facial, lejos de darnos problemas, beneficia a nuestro cutis.

Superado ese miedo, parece que le ha llegado el turno al cabello, con una forma de cuidarlo que, como sucedía con el cutis, a priori nos puede parecer contradictoria. ¿Puede un aceite mejorar la salud del cabello sin engrasar y ensuciarlo? La ciencia cosmética responde sí, con un buen puñado de argumentos a favor de su uso.

Así, entre los beneficios que se atribuyen a la aplicación del aceite para el pelo figuran:

– Efecto hidratante y reparador.
– Control del encrespamiento.
– Aporta brillo a la melena.
– Efecto protector: ante las herramientas de calor, el sol, la contaminación y los radicales libres.

Aceite para el pelo: cómo usarlo

Puede que a algunas se les haya puesto el vello de punta al pensar en el simple gesto de aplicar aceite en su cabeza. Pero es que debemos tener en cuenta que no se aplica en toda la cabeza ni de la misma forma en todas las melenas. Así, quienes tienen el cabello graso, deberán limitarse a emplearlo en las puntas (para controlar el encrespamiento y combatir la sequedad y las puntas abiertas). Por su parte, quienes tienen el cabello más bien seco  (como las melenas muy rizadas) pueden utilizarlo de medios a puntas.

En ambos casos, ha de preservarse el cuero cabelludo del contacto con el aceite, ya que supondría engrasarlo demasiado y el resultado sería un pelo apelmazado y de aspecto sucio. Se puede aplicar tanto sobre el cabello húmedo (tras secarlo con la toalla) como seco, si bien en este último caso lo mejor es aplicarlo solo en las puntas para controlar el encrespamiento y facilitar el peinado.

El aceite capilar se aplica con las manos directamente sobre el pelo en pequeñas cantidades, calentándolo antes con las palmas.

En caso de que apliquemos el aceite sobre el pelo mojado tras el lavado, nos ayudará a evitar el encrespamiento y protegerá la fibra de las herramientas de calor. Por tanto, es ideal para aplicar antes de realizar alisados o moldeados. Si lo aplicamos sobre la melena seca, nos ayudará a finalizar el peinado y conseguir una acabado radiante.

Aceite para el pelo rizado

Más que un complemento o un producto de belleza adicional, el aceite capilar es un básico para las melenas rizadas, que suelen sufrir con mayor intensidad la falta de hidratación. Por eso, muchas mujeres con pelo rizado optan por recurrir a aceites capilares para cuidar su melena y definir sus rizos. El aceite de karité es especialmente apropiado para este tipo de pelo, puesto que tiene una gran concentración de ácidos grasos y activos reparadores

Las mujeres de cabello fino son las que mayor precaución deben tener a la hora de aplicar un aceite capilar, ya que un exceso o un mal uso puede dar lugar al engrasamiento innecesario de la melena y un aspecto más lacio y apelmazado. Para ellas, aceites como el de brócoli, de textura más ligera, son ideales.

El aceite de argán, uno de los más populares en la actualidad, es ideal para tratar puntas en todo tipo de cabellos, así como para usarlo a modo de mascarilla capilar.

Entre los aceites más populares para el cuidado del cabello también está el de coco, que aporta suavidad y reparación de forma casi instantánea, por lo que resulta idóneo para el día a día.

Lo cierto es que podemos optar por una amplia variedad de aceites para el cabello, entre lo que no podemos dejar de mencionar el de oliva, el de sésamo, el de ricino, el de baobab, el de jojoba, el de aguacate, el de amla, etc.

Otros usos del aceite de pelo

Además de su uso rutinario, el aceite capilar puede servirnos para realizar tratamientos concretos en momentos en los que nuestra melena los demande. Por ejemplo, tras el verano, un momento del año en el que castigamos especialmente nuestro pelo con el cloro, el salitre, el sol, etc., podemos recurrir al aceite para el cabello para reparar la hidratación y compensar todos esos daños.

En estos casos podemos usarlo a modo de mascarilla, aplicándolo de raíces a puntas y dejándolo actuar. Luego lo retiraremos con el lavado normalmente, repitiendo la aplicación del champú si es preciso. Este ritual podemos repetirlo con la periodicidad que nuestra melena demande: una vez a la semana o cada dos semanas, por ejemplo. Y un truco: aclara la melena tras el lavado con agua fría para potenciar el acabado brillante del pelo.

Otra opción es hacer uso del aceite para el pelo durante el verano, a modo de protector cuando estemos en la playa o en la piscina (de hecho, puedes usar variedades que incorporen filtro UV).