
¿Lo has notado? El gel hidroalcohólico y el continuo lavado de manos causa estragos en la piel de nuestras manos. Así podemos contrarrestarlo
Con la llegada de las bajas temperaturas es normal que nuestra piel se resienta, tanto por la exposición al frío como a la calefacción. Así, la sequedad de la piel y los labios es una de las consecuencias habituales del invierno en nuestro cuerpo. Y es que en los meses fríos del año el ambiente es más seco, lo que requiere por nuestra parte adaptar la rutina de cuidados para que nuestra piel no se vea apagada y tirante.
Este 2020, los efectos estacionales se ven además agravados en el caso de las manos por el uso constante del gel hidroalcohólico para desinfectar las manos como una de las medidas establecidas para luchar contra la pandemia del Covid. La agresividad de estos productos, formulados a base de alcohol, sumada al frecuente lavado de manos con agua y jabón recomendado para mantener los contagios a raya, causa estragos en nuestra piel.
¿Por qué el gel y el lavado resecan las manos?

Por una parte, el alcohol es el ingrediente fundamental de los geles desinfectantes que llevamos en el bolso y que estamos obligados a usar al entrar en muchos establecimientos comerciales. De hecho, para que resulte efectivo en la desinfección ha de llevar al menos un 60% de alcohol en su fórmula.
Pero es precisamente el poder de ese ingrediente, capaz de destruir el recubrimiento lipídico (capa grasa) del virus y así desactivarlo, lo que reseca nuestras manos, ya que también elimina la capa natural de sebo que protege la piel.
Lo mismo sucede con los tensioactivos del jabón de manos, capaces de destruir esas membrana que recubre al virus, pero también, de erosionar la capa protectora natural presente en la piel de nuestras manos.
Y puesto que parece que aún vamos a tener que convivir con el gel desinfectante de manos durante algún tiempo, lo mejor es saber cómo contrarrestar sus efectos, especialmente durante el invierno, cuando la sequedad se hará más evidente.
Prevenir la sequedad de manos

En un momento en el que la prevención es una de las claves para evitar los contagios y no podemos prescindir de la higiene de manos constante conviene tomar una serie de medidas para contrarrestar los daños:
– Dar preferencia al lavado de manos con agua y jabón sobre los geles desinfectantes. Aparte de provocar una mayor sequedad de manos, resultan menos efectivos contra el virus y solo están indicados en los entornos en los que el lavado no sea posible. Por supuesto, utilizar ambos métodos cada vez agravará los daños en la piel.
– Evitar los jabones que hacen mucha espuma porque contienen sulfatos y tienden a resecar aún más las manos con el lavado frecuente. Si es posible, lo mejor es optar por fórmulas más respetuosas, sin perfumes y con PH neutro para minimizar la agresión contra la capa protectora de la piel.
– En el caso del lavado de manos bajo el grifo es importante evitar el agua caliente ya que resecará aún más la piel. En su lugar, lo idóneo es optar por agua fría o templada para que el lavado resulte menos lesivo.
– Una vez nos hayamos lavado las manos bajo el grifo, tendremos que poner cuidado en secarlas correctamente para evitar los restos de humedad, que también contribuirían a potenciar las manos secas o irritadas. A la hora de hacerlo, debemos tratar de secar las manos presionándolas con la toalla a suaves toques para evitar la fricción.
La clave: hidratación constante

Aparte de estos consejos que permitirán minimizar el impacto de geles y jabones en la piel de las manos, el paso de la hidratación constante será fundamental para mantener la sequedad a raya. Así, resulta fundamental aplicar crema hidratante de manos cada vez que nos las lavemos con agua y jabón.
Entre los ingredientes hidratantes que puede contener una crema de manos para que proporcione un verdadero efecto reparador encontramos la glicerina, la urea, la manteca de karité, los aceites vegetales (oliva, coco, almendras, rosa mosqueta, argán, aguacate, etc.), la centella asiática, el pantenol, la lanolina, etc.
Conviene evitar los derivados del petróleo y aceites minerales que se identifican en la lista de ingredientes como «paraffinum, petrolatum, mineral oil», etc., ya que solo crean una película impermeable que envuelve las manos generando una sensación de hidratación que no es real. De hecho, su uso continuado tiende a resecar la piel y bloquea los poros.
Ritual de noche para aliviar las manos secas
Para favorecer el cuidado diario nocturno podemos mantener la crema de manos en nuestra mesilla de noche, así recordaremos hidratarlas justo antes de meternos en la cama. Podemos aprovechar ese momento para aplicar las fórmulas más untuosas que ofrezcan mayor reparación para dejarlas actuar mientras dormimos. Y, si queremos multiplicar los efectos, solo tenemos que colocarnos unos guantes de algodón (específicos para este fin), una vez nos hayamos aplicado la crema en las manos con un suave masaje.

La exfoliación de manos también puede formar parte de ese ritual de noche, aunque no a diario. Nos servirá para eliminar las células muertas y permitir que la piel de las manos se recupere. Podemos realizarla una vez a la semana y si no contamos con un exfoliante específico para cuerpo o manos podemos preparar uno casero mezclando un poco de azúcar con algún aceite o incluso una crema hidratante corporal cualquiera.
A la hora de aplicarlo debemos poner especial atención a las áreas más secas para suavizarlas, como la zona entre los dedos o sobre las articulaciones. En todo caso, la exfoliación solo debe realizarse cuando no existan heridas o irritaciones en las manos, para no empeorarlas.

Por último, recurrir a la mascarilla de manos con cierta frecuencia contribuirá a la reparación intensiva de las mismas. Si la combinamos con el uso de guantes de algodón especiales mientras dormimos, el efecto será mucho mayor. De hecho, podemos encontrar incluso guantes-mascarilla para reparar e hidratar las manos mientras dormimos, una solución ideal para compensar los daños de la higienización de manos constante durante el día.

Plan B: hidroalcohólico hidratante

Los bálsamos hidroalcohólicos de Body Natur se adaptan a los nuevos cuidados que necesita la piel de cara a los meses de más frío del año. Ofrecen la máxima protección minimizando totalmente la sequedad de la piel.
Su doble acción garantiza un gran poder higienizante, a la vez que sus aceites nutritivos cuidan las manos, dejándolas suaves e hidratadas durante 24 horas. De hecho, aseguran que se puede sustituir la crema de manos por los bálsamos higienizantes. Además, no dejan sensación grasa en las manos, y gracias a su textura gel, se absorben enseguida. Puedes elegirlo con aceite de marula, con aceite de aguacate, con aceite de guaraná e incluso para niños. Todos cuestan 1.99 euros.